"Cuando fue el cumple mes de Manuel hicimos una videollamada y lo pudimos ver en vivo -dijo José con la voz entrecortada-, fue algo hermoso". La historia de este profesional de la salud bonaerense, de 47 años y de su esposa Flavia, de 41, comenzó a hacerse viral luego del pedido que hicieran para poder viajar a Kiev, Ucrania, para poder conocer y estar con su pequeño bebé, que nació el 30 de marzo pasado por la técnica de vientre subrogado.

En una entrevista con La Nación, el hombre contó todas las dificultades que atravesaron, por más de una década, para llegar a ser papás. Nunca se imaginaron que el nacimiento de su hijo se daría en medio de una pandemia que mantiene cerrada las fronteras y limitados los vuelos en casi todo el mundo. Su caso no es el único. Hay otras dos parejas en la misma situación y otras 14 que serán padres dentro de los próximos dos meses a través de la misma clínica. 

"Estamos en pareja hace 15 años y casados desde 2015. No tenemos hijos, ni tuvimos matrimonios previos. Hace 11 años, a pesar de que nos casamos en 2015, ya comenzamos a buscar un hijo. Teníamos un proyecto de vida y por dos años buscamos por vía natural ser papás. Como no se daba, comenzamos a hacer estudios y detectaron que no podíamos por esa vía. Hace ocho años nos sugirieron hacer tratamientos de fertilidad. Primero fueron de baja complejidad, luego de alta complejidad. Hicimos todos los procedimientos".

José luego contó: "No se consiguió, estábamos en una situación casi de desesperanza y, un amigo del trabajo, llamado Marcelo, nos comentó que tenía el mismo problema y lo había resuelto. Que ya tenía un bebé que estaba próximo a cumplir un año. Él nos contactó con la clínica de Ucrania. Esto fue en septiembre de 2018".

En ese momento, la esperanza renació en la pareja. "Biotex es la clínica ucraniana que nos pidió una serie de requisitos. Entre ellos, estar casados y tener alguna patología que no permita llegar a un embarazo en forma natural o con alguna técnica de fertilidad. Nos pidieron que enviáremos estudios míos y de Flavia para chequear todo. Los enviamos en diciembre de 2018 y en febrero del año pasado recibimos el ok para poder viajar. Nos fuimos en abril a Kiev, y estuvimos una semana en la que nos hicieron estudios y nos realizaron las tomas de material genética".

"Nosotros regresamos y estuvimos a la espera. Por protocolo no podíamos conocer a la gestante, ni cuándo se iba a hacer la transferencia del embrión. El 19 de julio del año pasado se hizo la transferencia embrionaria y dio positiva el 7 de agosto. Ahí empezó el embarazo", recordó el hombre, con una memoria precisa. 

Durante todo el embarazo, por cuestiones económicas, los padres de Manuel no viajaron a la capital ucraniana. "Seguimos el embarazo a través de fotos de las ecografías y los informes que nos enviaban mensualmente", recordó, y agregó: "Manu tenía fecha de parto el 10 de abril, pero se adelantó 11 días. Pesó 3.700 kilos. Era grandote".

"Nosotros teníamos los pasajes sacados para salir el 2 de abril y llegar a Ucrania el 4 de abril, seis días antes del parto programado", dijo sobre el comienzo de su odisea, y detalló: "Cuando nos suspenden el vuelo, nos comenzamos a contactar entre todos los padres que estaban en la misma situación que nosotros. Fuimos los primeros, pero después nacieron dos bebitos más y hay 14 más para los próximos dos meses. Somos 17 familias las que deberíamos viajar en los próximos meses".

El periplo legal que significó el DNU de la cuarentena

"Primero tuvimos que realizar un amparo para que nos permitan tomarnos vacaciones o licencia ordinaria para ir a buscar a Manu. En el trabajo no nos daban los permisos porque la maternidad por subrogación de vientre no está reconocida como maternidad en el país. Nosotros nos teníamos que tomar licencia por vacaciones y no nos querían dar el permiso porque el DNU de la cuarentena estableció que somos personal esencial y están prohibidas las licencias ordinarias o vacaciones", explicó José.

Esto derivó en el primer paso judicial: "Tuvimos que presentar un amparo en el Juzgado N° 4 de familia, de Morón, Gladys González. Ella resolvió a favor de la licencia, pero también nos dio un aparo para presentar en la Cancillería para que se articulen los métodos y medios necesarios para que entre los dos países hagan posible el viaje. Además, esto les permitiría hacer lo mismo a las otras 16 parejas".

"Nosotros llevamos esto ayer a Cancillería y no había nadie que lo recibiera físicamente. Nos dieron una casilla de correo y fue recibido en forma electrónica. Además, tenemos un contacto por mail, muy fluido, con la Embajada de la Argentina en Ucrania. Ellos, el miércoles, nos pidieron el listado de nombres, DNI y pasaportes de las 17 parejas que somos. Ese mismo mail lo enviamos a la Embajada de Ucrania en la Argentina", explicó el profesional de la salud.

Ante la consulta de cuál era su planteo, dijo: "Nuestro pedido es ir a encontrar a Manu. Sabemos la dificultad que genera, pero somos un grupo significativo de gente con un objetivo muy válido. Además, la ruta creada podría servir para repatriar a unos 60 argentinos varados. Incluso, la clínica ya nos indicó que allá tendremos que hacer una cuarentena a la llegada en un hotel que está preparado para eso".

Sobre la inscripción legal del pequeño como su hijo, José explicó: "Los papeles de Manu están demorados por la transferencia de los papeles que teníamos que tramitar nosotros estando en Ucrania y enviar para acá. Lo que sí está en curso, que se hace con todos los bebés para evitar cualquier problema, es la determinación de un ADN. Con eso, a través de un representante legal, se iniciará en la Embajada de la Argentina en Ucrania para que tenga la nacionalidad argentina".

Fotos, videos y videollamadas, el vínculo con Manu

"Nuestro contacto con Manuel es con fotos y videos. El 30 de abril, el día de su cumple mes, nos hicieron una videollamada. Como hay muchos bebés, es muy difícil por el tiempo que requiere cada bebé. Así que nos llega una foto o video de dos o tres minutos cada cuatro días. En ese momento nos cuentan cuánto está pesando, si lo vio el pediatra, qué vacunas ya recibió y demás detalles de la salud que está perfecta", dijo José.

También remarcó que su hijo está en buenas manos: "Hay personas capacitadas para el cuidado y en un lugar adecuado. Una persona de habla hispana con un WhatsApp abierto para que los contactemos las veces que sean necesarias. Ellos tienen a nuestro tesoro y sentimos que lo están cuidando bien".

Ante la consulta de si la gestante siguió en contacto con el bebé, explicó: "Desde el momento del parto, ningún bebé vuelve a tener contacto con su gestante. Nosotros sí seguimos en contacto con ella, que nos manda un mensaje cada cuatro o cinco días preguntando si tenemos novedades. Es una chica con una luz impresionante".

Fuente: La Nación