Venados de las Pampas, tarucas, yaguaretés y osos hormigueros habitaban las tierras cordobesas. Ya no hay rastros de ellos en la provincia. Si no se toman medidas, otras especies podrían correr la misma suerte.

Córdoba tiene 68 mamíferos autóctonos y el 37 por ciento de ellos está en riesgo de extinguirse. El relevamiento fue realizado por los biólogos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) Ricardo Torres y Daniela Tamburini, con el apoyo de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.

Los científicos también editaron un libro, con el aporte de varios colegas, que cuenta con una descripción de cada especie, mapa de distribución y otros datos.

Hay cinco especies que están en “peligro crítico” de extinguirse dentro de Córdoba: guanaco, pecarí quimilero, aguará guazú, tapetí y carpincho.

Para otros 12, su categorización es “en peligro” y ocho fueron incluidas dentro de la categoría “vulnerable”. El resto fueron etiquetadas como “cercana a la amenaza” y “preocupación menor”.

Torres, del Instituto de Diversidad y Ecología Animal (UNC-Conicet), apunta que hay algunas especies que a nivel nacional no están en peligro, pero sí se encuentran amenazadas dentro del territorio provincial.

“El pecarí de collar (en peligro), la vizcacha (vulnerable) y la corzuela parda (vulnerable) son muy abundantes en otras regiones del país, pero en Córdoba están en peligro debido al estado ambiental en que se encuentra la provincia”, dice.

El caso de la vizcacha es emblemático. “El Código Rural de Córdoba, de 1886, fomenta la extinción de la vizcacha y todavía no fue derogado”, dice Tamburini, investigadora del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables (Cernar).

Torres agrega: “La gente ya no las mata porque no se ven ejemplares. Después se quejan de que los pumas comen cabras y ovejas. Lo que ocurre es que se quedaron sin sus presas naturales”.

Roedores y murciélagos

La mayoría de los mamíferos presentes en Córdoba son murciélagos y roedores. “No son de los animales más queridos, pero sí son importantes para el ser humano porque contribuyen al control de plagas y a la diseminación de semillas. Otros son reservorios de patógenos, como el de la fiebre hemorrágica y el de hantavirus”, dice Torres.

En tanto, Tamburini apunta: “La fauna siempre fue considerada como un elemento molesto. La única ley que tiene Córdoba es de 1958 y es una ley de caza, no de protección”.

En este sentido, los investigadores esperan que la Secretaría de Ambiente refrende esta categorización de los mamíferos a través de una resolución provincial.

“De esta forma, se pueden generar mecanismos para que las actividades productivas en las zonas donde habitan las especies más amenazadas sean sustentables o muy restringidas”, dice Torres.

Los nuevos parques nacionales en la estancia Pinas, en Traslasierra, y al norte de Mar Chiquita, en los Bañados del Río Dulce, cubrirán las regiones más biodiversas de la provincia.

“En el oeste provincial sería necesario un planeamiento sustentable de los predios. Esto no significa que todo sea parque nacional, sino que se realiza un uso más sustentable del territorio”, dice Torres.

La pérdida de hábitat es, por lejos, la mayor amenaza para los mamíferos cordobeses. Luego le siguen la caza y el impacto de la urbanización, en especial en el oeste de la provincia.

El biólogo explica que a pesar de que los mamíferos son animales grandes y más “queridos” por el ser humano, se ven poco en Córdoba. “Tienen hábitos nocturnos por su propia naturaleza, pero también obligados por la presión antrópica”, explica.

En este sentido, espera que el libro sirva para difundir este conocimiento, en especial, en las escuelas. De cada especie hay descripción, su hábitat y distribución en Córdoba, además de mencionar las principales amenazas. Cuenta con un mapa de distribución realizado a partir de un modelo matemático bien preciso.

La vida animal en Córdoba, vulnerable

Existen especies que están muy amenazadas.

Venados de las Pampas, tarucas, yaguaretés y osos hormigueros eran parte de la fauna autóctona cordobesa.

Se categorizó en este lugar a las especies guanaco, pecarí quimilero, aguará guazú, tapetí y carpincho.

El pecarí de collar (en peligro), la vizcacha (vulnerable) y la corzuela parda (vulnerable) son abundantes en otros puntos del país.

Fuente: La Voz del Interior