Una forma de advertir el nivel de presión fiscal que hay en la Argentina es analizando la enorme cantidad de tributos que alcanzan a las personas físicas y jurídicas.

Un informe pone en evidencia esta situación, remarcando que en 2019 los argentinos deberán pagar un total de 163 tributos, entre impuestos, tasas y contribuciones que cobran el Gobierno nacional y las administraciones provinciales y municipales de todo el territorio.

Esta “radiografía” del escenario impositivo, realizada por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), muestra que la presión fiscal impacta en las finanzas de los ciudadanos y de las empresas, tanto por el volumen de instrumentos de recaudación existentes, como por su diversidad.

El estudio habla de los “costos” de este impacto y dice que, “sin entrar en consideraciones acerca de lo distorsivo que resultan muchos de estos tributos”, la existencia de más de 160 instrumentos de recaudación diferentes “brinda señales de que hay terreno para pensar en una sustantiva simplificación del esquema tributario”.

Algo de esta simplificación es la que se buscó a partir del Consenso Fiscal firmado en noviembre de 2017 entre la Nación y la gran mayoría de las provincias.

Sin embargo, parte de este avance se vio frustrado el año pasado, luego de que la crisis del dólar impactara en la economía en general y obligara a replantear algunos de los objetivos fijados en aquel acuerdo. Por ejemplo, se suspendió la rebaja en Sellos.

También se modificó el escenario al restaurar un esquema de retenciones a las exportaciones agropecuarias e instaurar nuevos impuestos a las exportaciones de algunos bienes e, incluso, de servicios.

Según el detalle del informe, del total de 163 tributos, el nivel nacional aporta 40 y el provincial (entre todos los distritos) suma 41 más.

Fuente: La Voz del Interior