En medio del pedido de cuarentena del Gobierno nacional, y la campaña dispuestas por los gobiernos de Pinamar y Villa Gesell para evitar la llegada de visitantes a esas localidades balnearias y así frenar el avance del coronavirus, en las últimas horas circularon en las redes sociales imágenes de largas filas de autos y micros en los distintos accesos.

“En Pinamar tomamos la decisión de prohibir toda actividad vinculada a los servicios turísticos y gastronómicos, desde alojamientos hasta entretenimiento. No queremos que vengan, hay una situación internacional y hay que respetar los protocolos de aislamiento y la cuarentena”, tuiteó Martín Yeza, intendente de Pinamar, quien además dispuso además que se cortaran casi todos los ingresos a la ciudad.

De hecho, sólo mantuvo uno con el objetivo de poder controlar a quienes entran a la ciudad en medio de la cuarentena preventiva y a pocos días del comienzo del fin de semana extra largo.

Pese a esto, la postal que el propio jefe municipal publicó hace algunas horas muestra una importante cantidad de vehículos .“Controlamos auto por auto, reitero una vez más: en la República Argentina, el único que puede restringir la libre circulación en el territorio de la República es el Presidente, con autorización del Congreso solicitando Estado de sitio”, escribió en sus redes sociales.

"Si yo no bloqueo las entradas la van a bloquear los vecinos", advirtió Yeza en diálogo con Télam.

"Se tomó muy bien la decisión de tomar bloquear vuelos y micros, pero el problema los tenemos los que estamos a distancia de auto de Buenos Aires. Lo que necesitamos es que el Estado nacional intervenga con la fuerzas federales para que realicen el control de las rutas nacionales y provinciales que llegan a la Costa Atlántica", afirmó Yeza.

En su cuenta de Twitter, el jefe comunal compartió fotos que dan cuenta de la larga fila de autos que ingresaron en las últimas horas a la ciudad balnearia.

No es la única medida que ordenó Yeza. Es que aquel turista que quiera a pesar de todo viajar a Pinamar se encontrará con una ciudad prácticamente desolada. Según informó la Municipalidad, se restringió “toda actividad que implique concurrencia y permanencia de personas para el desarrollo de su actividad comercial”.

Esto incluye hotelería y todo tipo de alojamiento turístico, así como también bares, confiterías y restaurantes. “Sólo se autorizará el servicio de venta de comida y bebida para llevar y el servicio de envío a domicilio, sin necesidad de anexar el rubro por el plazo señalado y extremando las medidas de bioseguridad del personal”, señala el decreto. Además, restringió el acceso a las playas.
 



 
 
En Gesell, lo mismo

En Gesell ocurrió algo similar. Pese a las prohibiciones, cientos de personas ingresaron a través del sector sur, el único acceso habilitado por las autoridades, donde se revisó auto por auto. Esto ocasionó una gran aglomeración de personas y, según señalaron medios locales, muchos eran turistas, no residentes e incluso extranjeros.
En esa ciudad, a través del decreto 1011/20, Barrera ordenó el cierre de establecimientos que incentiven la concurrencia y permanencia de personas. La medida se aplicará desde hoy a hoteles abiertos con turistas, restaurantes, heladerías, entre muchos otros, a los que el Municipio saldrá a controlar con un despliegue importante de personal en las calles.

Al observar la cantidad de vehículos que trabaron el acceso a Pinamar, el intendente Yeza volvió a expresar su malestar: “Hay gente que está viniendo y no cumple lo que está pidiendo el Presidente y todos los que tenemos responsabilidades institucionales”.

“Hay gente que dice yo me voy a pasar el finde a Pinamar como si estuviéramos de joda, cerramos tres de las cuatro entradas a la ciudad, pero los intendentes no podemos impedir la libre circulación. Hemos sido enfáticos pero no nos escucharon”, se quejó el jefe comunal en declaraciones a El Destape Radio.