Dos personas murieron este domingo cuando una multitud saqueó y posteriormente incendió un supermercado de productos industriales en Santiago de Chile, y llevó a once la cifra de víctimas mortales en el marco de los hechos vandálicos y represión policial que están salpicando el país fruto de la radicalización de la protesta ciudadana contra la desigualdad.

Con estas víctimas, la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubila, contabilizó un total de 8 fallecidos durante el domingo: cinco fruto de un incendio en un almacén de ropa de la comuna de Renca y otro más en un incendio en un supermercado en la calle Matucana, informó la agencia EFE.

A ellos se suman los cuerpos de dos mujeres calcinadas que fueron hallados la pasada madrugada del sábado en el interior de un supermercado de la comuna santiaguina de San Bernardo que fue saqueado e incendiado.

Además, el Ministerio de Salud informó de que al menos 10 de los más de 200 heridos se encuentran hospitalizados con riesgo de vida.

A lo largo de este domingo se repitieron nuevos actos violentos, con graves enfrentamientos con el Ejército y las fuerzas de seguridad, saqueos, incendios y robos, en una ola de violencia que mantiene a buena parte de Chile en estado de alerta.

La militarización del país ordenada por el presidente Sebastián Piñera, aumentó en las últimas horas en un intento de tratar de controlar los desmanes violentos provocados en los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, en la ola de protesta desatada por el aumento de la tarifa eléctrica y el transporte.

El toque de queda se aplicó por segunda noche consecutiva durante la noche del domingo en la capital chilena, lo que prohíbe la circulación de personas entre las 19 y las 6 de la mañana, anunció el jefe del operativo de seguridad, general Javier Iturriaga.

"Estamos en guerra", dijo Piñera

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha asegurado que su país "está en guerra", en una noche que incrementó la cifra de muertos a partir de los graves disturbios que estallaron el viernes, en la mayor oleada de violencia desde el regreso de la democracia en 1990.

"Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible", enfatizó Piñera.

Los disturbios, que se iniciaron como una protesta estudiantil en rechazo a la subida del billete del metro, dejaron ya un saldo de 11 muertos en todo el país.