Dos suboficiales de la Policía de Córdoba permanecen detenidos desde hace varios días acusados de haber convertido lo que era un simple choque entre dos autos en un operativo de control callejero supuestamente “exitoso” en Villa El Libertador, de la ciudad de Córdoba.

Según la causa judicial, los policías supuestamente falsearon testimonios y pruebas, obligaron a mentir a otras personas, llegaron a privar de su libertad a un automovilista, lo golpearon y le sustrajeron pertenencias. Esa persona llegó a estar 14 días presa siendo inocente.

Tanto el sargento Ariel Gerardo Vega (36) como el cabo Cristian Matías Correa (33) están en la Cárcel de Bouwer por orden del fiscal Alfredo Villegas, quien ayer confirmó sus prisiones preventivas.

El caso se remonta al pasado 11 de julio a las 23, cuando un Ford Ka chocó contra un Peugeot 206 en Villa El Libertador. Fue una colisión menor que no dejó heridos.

No está claro si uno de los conductores quiso escapar, pero lo concreto es que los dos automovilistas comenzaron a pelear.

Fue entonces cuando llegó al lugar la patrulla policial en la que se trasladaban los suboficiales Vega y Correa.

Tras entrevistar a los conductores, los agentes determinaron que quien manejaba el Ford Ka no tenía seguro.

Operativo trucho

Ya al día siguiente, las cosas cambiaron de color.

Según fuentes judiciales, los uniformados le habrían ofrecido al conductor del Peugeot 206 cambiar la denuncia. En ese marco, le habrían dicho que el otro automovilista no tenía seguro y que no iba a cobrar “un mango”.

“Lo podemos ‘embagayar’”, habría sido el ofrecimiento.

¿En qué consistía? En hacer figurar en la unidad judicial de la zona que en realidad todo había sido un intento de robo y que el Ford Ka sin seguro era de “un ladrón” que se dedicaba a “robar autos estacionados”.

Siempre según la causa, los policías habrían introducido en el baúl de ese Ford Ka elementos usados para robar, como ganzúas, alambres y una réplica de arma.

Por otro lado, valiéndose de que una de las cerraduras del Peugeot 206 estaba semidañada, los policías le habrían ofrecido al dueño del coche que denunciara que habían intentado robárselo.

El operativo y los secuestros, además de los testimonios, fueron presentados en la unidad judicial.

Así fue como una autoridad judicial dispuso que el conductor del Ka quedara detenido.

El hombre, aunque ajeno a toda esta acusación, llegó a estar 14 días preso en la Cárcel de Bouwer. Era la feria judicial de julio.

Cuando terminó el receso, el caso fue a parar a manos del nuevo fiscal, Villegas.

Para ese entonces, alguien cercano al conductor del Peugeot 206 decidió contar toda la verdad y reveló que los cargos de los que acusaban al otro automovilista habrían sido inventados.

Entonces, desde la unidad judicial se dio parte al fiscal Villegas, quien inició una investigación para aclarar todo.

El funcionario no sólo dejó en libertad al conductor del Ford Ka (el hombre denunciaría que los policías le sustrajeron la billetera y su celular), sino que ordenó detener a los efectivos Correa y Vega por diferentes delitos: privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica, hurto agravado, falso testimonio e instigación al falso testimonio. Uno de ellos, a su vez, está acusado por vejaciones.

El Tribunal de Conducta ya los dejó en situación pasiva.

¿Y el conductor del Peugeot 206? Está libre, pero imputado por falso testimonio.

Fuente: La Voz del Interior