El viajar es un placer que no suele suceder, en la moto con papá, nos iremos a pasear

Con el permiso de Pipo Pescador, en El Periódico reversionamos la clásica canción de “El auto de papá” para contar la historia maravillosa de don Luis y Ricardo Vergnano.

Estos vecinos de San Francisco y Frontera, fanáticos de las motos antiguas, hace poco volvieron de un gran viaje que los llevó por la mitad del país a través de la Ruta Nacional 40. Justamente, la licencia artística fue porque eligieron sus máquinas, las acondicionaron para “aguantar” el viaje y durante 33 días recorrieron la Argentina atravesando el sur.

“Queremos hacer toda la RN40, pero esta vez hicimos la mitad saliendo de Frontera, pasando por San Francisco e íbamos mi papá Don Luis, con sus 73 años, y yo”, dijo emocionado Ricardo.

Desde San Francisco se fueron hacia Mendoza y después  fueron “bajando”, pasaron por Río Gallegos hasta el kilómetro cero que es en Cabo Virgen. Faltaban pocos kilómetros y decidieron tirar un poco más de la cuerda para que Luis cumpliera un viejo sueño de juventud rodeado de sus pasiones y su hijo.

Ricardo y Luis Ushuaia
Ricardo y Luis Ushuaia

Todo el recorrido

La RN40 los llevó como bien promete hasta el kilómetro 0 donde el Mar Argentino del Océano Atlántico se une con el Estrecho de Magallanes.

“A tiro” estaba  Ushuaia y por eso tomaron sus cosas, encendieron las motos y aprovecharon esa belleza de lugar. Materializaron un sueño de Luis que desde joven quiso llegar a aquella zona y que dio la coincidencia Ricardo tampoco conocía.

Viajaron 33 días con una Gilera 150 cc modelo 1958 de Luis y una NSU Súper Max 250 cc, modelo 1957 en la que iba Ricardo. “Nosotros salimos el 6 de diciembre y llegamos en los primeros días de enero, pasamos Navidad y Año Nuevo viajando con amigos motociclistas o con quienes íbamos conociendo”.

Para quienes son moteros como ellos recorrer la RN40 es un desafío que quieren cubrir en algún momento de su vida, en su caso le agregaron el condimento de hacerlo en motos de colección.

El viaje duró 33 días y dejó inolvidables anécdotas.
El viaje duró 33 días y dejó inolvidables anécdotas.

La otra mitad

En 2026 esperan retomar la travesía, bajo las mismas características pero hacia el norte del país y llegar al último kilómetro en La Quiaca (Jujuy).

“No planificamos los días o donde parar, sí el acondicionamiento de las motos unos cuatro meses antes. El destino sí estaba planificado y en el camino hicimos service, cambio de aceite; encontramos mochileros, moteros y convivimos con gente que quizás la veamos una vez en la vida y vienen de otras partes del mundo”, expresó Ricardo.

En esta “aventura de padre e hijo”, como la definieron, disfrutaron cada kilómetro realizado. Su pico máximo fue de 600 kilómetros en un mismo día, pero el promedio hacían 350 a 60 km/h.

De ese trayecto recordarán siempre el viento, El Calafate, el glaciar Perito Moreno y todo lo que conocieron incluso cuando desviaban en zonas turísticas. Eso llevó a alargar el viaje, pero bien valía la pena, como todo viaje con papá.