La Policía de Córdoba desbarató ayer miércoles una banda de delincuentes que operaba en la capital provincial robando decenas camionetas de alta gama por mes, que luego modificaba y vendía. Pero tras el operativo, el descubrimiento de un "laboratorio" mecánico reveló cómo operaban los malvivientes.

Los investigadores de Sustracción de Automotores descubrieron este “laboratorio” en la localidad de Alta Gracia y encontraron 300 ECU genéricos, cantidad nunca antes hallada en allanamientos de este tipo, según reveló una información del diario La Voz del Interior. Bajo la siglas ECU se conoce en el mercado automotor a la unidad de control electrónico que regula el funcionamiento del motor, sobre todo, de los autos y camionetas de alta gama.

Según fuentes ligadas a la causa reseñadas por el citado medio, desde principios de abril los investigadores liderados por el fiscal Rubén Caro estaban detrás de una importante banda que operaba en “células”: algunas “levantaban” los vehículos de la vía pública, otros alteraban los papeles y otros se encargaban de trasladar los rodados por las rutas hasta el norte del país. Pasaban a Bolivia, donde “saneaban” la documentación por completo para luego reingresar estos autos y camionetas ya con una nueva “identidad”.

Cómo las robaban

Por lo general, los delincuentes buscaban camionetas de alta gama, Toyota Hilux y Chevrolet S10, sobre todo, y de color blanco, ya que solían ofrecerlas a importantes empresas del norte del país. 

Para “levantar” los vehículos estacionados en una calle o avenida de la ciudad, primero uno de los delincuentes se acercaba al vehículo “marcado” y le rompía un cristal lateral, para luego salir corriendo. En las inmediaciones, en otro auto estacionado, cómplices seguían todo con atención.

Si la alarma dejaba de sonar y el propietario no aparecía, entraban en acción. Con un ECU genérico ingresaban en los rodados, desconectaban todo el tablero electrónico y lo reconectaban a esta caja que llevaban, para luego arrancar.

“Las camionetas ‘tosían’, pero arrancaban al final. No les daban mucha velocidad pero les alcanzaba para llegar al lugar donde las ‘enfriaban’”, contó un investigador.

Según creen los investigadores, cada mes robaban de esta forma cerca de 60 vehículos de alta gama, en su mayoría camionetas. Luego las guardaban en terrenos cedidos por otros cómplices o cocheras alquiladas por horas, por lo general. Allí las dejaban unas horas para cerciorarse de que los vehículos no tuvieran seguimiento satelital.

Así las modificaban

Cuando evacuaban esta duda, los delincuentes continuaban con su hoja de ruta delictiva: cambiaban por completo el tablero electrónico en el “laboratorio” de Alta Gracia, generaban una nueva llave electrónica, y con “choferes” viajaban hacia el norte.

La cantidad de ECU sorpendió a la Policía. “Se trata de una gran inversión que han realizado”, indicó un investigador. También se secuestraron notebooks con los programas informáticos necesarios para cada tipo de vehículo.

Allanamientos

En total, hubo 18 detenidos tras los 35 allanamientos, sobre todo en el barrio Villa El Libertador y en la zona sur de la ciudad de Córdoba, además de ese domicilio de Alta Gracia y otro en Cosquín.

Fue necesario el despliegue de más de 500 policías y gendarmes, que fueron convocados ayer a las 4 en la Escuela de Policías sin que ninguno de ellos supiera hasta entonces el motivo del operativo. La idea fue evitar “filtraciones”.

Sin embargo, cuando los policías llegaron hasta un hogar de Villa El Libertador donde viven parte de los principales investigados, estos ya no estaban. Ahora tienen órdenes de captura (son ocho en total).

También se requisó una celda de la Cárcel de Bouwer donde está alojado, por el mismo delito de robo de automotores, “el Polaco” Murúa, sindicado como uno de los “cabecillas” de esta banda. 

Por eso, toda la investigación de ayer se denominó “Operación Legado”, ya que se sospecha que esta nueva banda en realidad era una ramificación, más sofisticada, de aquella desbaratada en 2018.