Cientos de familias, con el sueño de tener su casa propia, aseguraron haber sido defraudadas por la constructora Márquez y Asociados. Contrataron planes a cambio de la edificación de viviendas pero los resultados nunca se vieron o si bien comenzaron no culminaron.  

La falta de respuestas y el crecimiento de la incertidumbre se volvieron una situación que se repite a lo largo y ancho del país. 

En el fuero penal, el viernes el fiscal de Delitos Complejos del 1° Turno Enrique Gavier ordenó allanamientos simultáneos en oficinas de la constructora y los domicilios de sus titulares.

En ese marco Gavier confirmó que ya estaban detenidas cuatro personas en relación con la causa. Los apresados son Ramiro Nieva, el contador de la firma y los hermanos Juan Pablo, Ariel y Matías Márquez. 

Incertidumbre 

La otra cara del conflicto involucra a quienes firmaron contratos con la empresa para la construcción de viviendas, muchas de las cuales no se iniciaron o no se terminaron. Según estimaciones de trabajadores, hay alrededor de 500 obras en etapa constructiva no finalizada, y la cantidad de clientes con contratos podría ascender a miles. 

Dos vecinos de San Francisco se encuentran en esos registros, con situaciones dispares y eligieron hablar con El Periódico, aunque prefirieron reservar su identidad por temor a que esto afecte las acciones judiciales que piensan entablar o ya iniciaron.  

Luciana (nombre ficticio) esperaba con mucha ilusión que terminaran su casa. Pagaron el plan, llegaron a la etapa de construcción y empezaron a ver cómo avanzaba la obra, pero de repente todo se frenó.  

Ahora quedaron en el medio de las deudas de Márquez y quienes realizan la obra: “Tenemos el 70% de la casa, los materiales para terminarla, para como lo más importante que es como las instalaciones del baño, de cocina y la pintura están, pero ellos no le han pagado al contratista”. 

El objetivo de esta familia es evitar un proceso judicial y avanzar por un acuerdo donde quede desligada la empresa y sigan construyendo las mismas personas. “Queremos intentar que Márquez salga del medio y nosotros terminarla por nuestra cuenta pagándole al contratista, al arquitecto y que nos termine en la casa, pero sacarnos de encima del medio a Márquez por el nivel de este problema”.  

Hay casos más graves 

La casa debería haber estado finalizada en noviembre de 2024, se vincularon con Márquez antes de la pandemia y actualmente “viven una situación horrible de incertidumbre”, aunque reconocen que hay situaciones peores donde ni siquiera se puso un ladrillo en el terreno. 

Uno de esos casos es el de Damián (también se preserva la identidad). “En mi caso hablé con el arquitecto que llevaba la obra. Ellos levantaron, techaron, empezaron a revocar y ahí quedó. Me dijo que nunca tuvo contacto con Márquez, siempre con el contratista, pero él tampoco sabe nada”, explicó.  

Quedaron sin respuestas ni saben qué hacer con los obradores en el terreno, los baños químicos y solo ven su vivienda a medio construir.  

“En algun momento tendrán que dar la cara y decir si van a quiebra o cómo van a responder. En los grupos hay muchas personas que les han reprogramado las obras, pero depende el caso, pero, lo peor es que no hay respuesta ni saber qué hacer de ningún lado. Yo no inicié ningún reclamo aun, voy a esperar unos días más”, detalló. 

Investigación 

El abogado César Bustos Esquivel, quien representa a varios damnificados, aseguró que el accionar de la empresa “se repite con exactitud” en distintos puntos del país. Según sus declaraciones a la prensa la cantidad de damnificados podría alcanzar los mil casos. 

Bustos Esquivel también confirmó que se radicó una denuncia penal por presunta asociación ilícita, y denunció maniobras sistemáticas de dilaciones, sobrecargos y usura. “A todos les piden más plata en cada reunión. Yo compré una casa de dos plantas, y me pidieron que pague aparte una escalera”, relató. 

En paralelo, muchas personas afectadas optan por no hacer público su caso por temor a represalias. “Dicen que desde la empresa amenazan con romper los contratos si salen a hablar”, señalaron. Mientras tanto, crece la incertidumbre sobre el futuro de las obras, los contratos vigentes y el destino de los fondos aportados por cientos de familias.