El precandidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, prometió en Tucumán que si gana las elecciones "no será el Presidente de la venganza" sino el que "una, cuide el futuro y abra las puertas del mañana a todos los argentinos".

Fernández hizo su primera recorrida de campaña este martes por el interior del país, tras el cierre de listas del sábado pasado, con varias actividades y un acto en Tucumán junto al reelecto gobernador Juan Manzur, desde donde habló de la reunión que tendrá el jueves con el FMI, de la "grieta" y de las PASO.

Fernández inauguró con Manzur el Centro de Atención Primaria en Adicciones (Cepla), en la zona de la Costanera de San Miguel, donde resaltó su "enorme cariño por Juan, quien cuando supo de mi candidatura se puso a mi lado para ayudarme".

Y destacó "el esfuerzo del gobierno de Tucumán de terminar de construir este Cepla en una de las zonas más pobres de la provincia para resolver uno de los flagelos que tiene la Argentina: las adicciones".

Fernández se refirió a la reunión que mantendrá el jueves con representantes del FMI, hizo un análisis crítico de la situación socioeconómica del país y sostuvo que su intención es "defender a los que no tienen voz, a los que viven en la pobreza".

Con los bancarios 

Por otro lado, Fernández fue parte este miércoles del congreso de la Asociación Bancaria donde pronunció un discurso.

Antes de su llegada, el Congreso ratificó el apoyo a la fórmula de los Fernández. "No solo por la situación que pasan los trabajadores por la crisis económica, sino también porque en nuestro sector vemos que hay un proceso de regulación de medidas por parte del Banco Central que va a afectar a la actividad y un avance tecnológico que no tiene en cuenta a los trabajadores", apuntó el líder de los bancarios y anfitrión, Sergio Palazzo.

En esa línea, agregó: "Además, porque los Fernández han tenido una visión de fuerte acompañamiento a la banca pública que hoy está en detrimento, a favor de los bancos privados".