Marzo es, a nivel nacional, el mes de la prevención del cáncer colorrectal. San Francisco también se hará eco de la premisa y por ese motivo desde la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer se llevará a cabo una importante campaña de concientización.

Si bien aún no se brindaron detalles de cómo se implementará, desde LALCEC explicaron que buscan concientizar a la mayor cantidad de personas posibles, de todas las edades.

Sobre la enfermedad

¿Qué es el cáncer colorrectal?

El cáncer es un grupo de enfermedades en las que hay un crecimiento anormal y descontrolado de las células del cuerpo. Si no se trata, las células malignas pueden diseminarse a otras partes del cuerpo. El cáncer colorrectal puede comenzar en cualquier área del intestino grueso. La mayoría de los cánceres colorrectales comienzan como pólipos y con el tiempo pueden convertirse en cáncer.

¿Quién puede contraerlo?

Algunas de las situaciones que pueden aumentar las posibilidades de contraer la enfermedad son los antecedentes personales o familiares de pólipos o cáncer colorrectal o personales de enfermedad inflamatoria intestinal. Asimismo tiene alta incidencia el consumo de tabaco, el alcohol en exceso, el sobrepeso y la vida sedentaria. El 90% de los casos se diagnostican en personas mayores de 50 años y el 75% en aquellas sin factores de riesgo conocido y afecta a hombres y mujeres por igual.

¿Cuáles son los síntomas?

Los pólipos colorrectales y el cáncer colorrectal no siempre causan síntomas, especialmente al principio. Una persona puede tener pólipos o cáncer colorrectal y no saberlo. Por esta razón, son tan importantes las pruebas periódicas de detección del cáncer colorrectal.

Si viene acompañado de síntomas, estos pueden incluir sangrado con la evacuación, cambios en la forma habitual de evacuar el intestino, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia y pérdida de peso. Sin embargo estos síntomas no son específicos del cáncer de colon y recto y pueden ser producidos por otras enfermedades, razón por la cual si una persona tiene alguno de ellos es necesario que realice una consulta médica.

¿Quiénes deben consultar con un profesional médico?

Las personas que presenten síntomas como sangrado o cambios en la forma habitual de evacuar el intestino, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia o pérdida de peso deben realizarse exámenes del intestino, como la colonoscopia, para detectar la causa y proceder a su tratamiento

Varones y mujeres entre 50 y 75 años, sin síntomas ni antecedentes familiares para efectuarse alguno de los exámenes preventivos.

Las personas con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn (sin importar su edad).

Los familiares cercanos -padres, hermanos o hijos- de una persona que ha tenido CCR o pólipos adenomatosos, sin importar la edad.

Las personas que han tenido pólipos adenomatosos o cáncer colorrectal.

¿Cómo se puede prevenir?

Se recomiendan medidas relacionadas con la dieta y el estilo de vida, como una dieta rica en fibras, con menos ingesta de carnes rojas y grasas de origen animal, así como el mantenimiento de un peso corporal adecuado. También se recomienda realizar un ejercicio físico regular, de 30 minutos al día o varias veces por semana) evitar el tabaco y la ingesta de bebidas alcohólicas.

A partir de los 50 y hasta los 75 años es necesario que todas las personas, aunque no tengan síntomas, se efectúen chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas o detectar y tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana. Esto se denomina prevención secundaria de la enfermedad.

En caso de existir antecedentes familiares o personales de cáncer de colon o pólipos debe consultarse con un médico especialista debido a que puede ser necesaria la realización de exámenes a más temprana edad.

¿Cuáles son las ventajas del diagnóstico temprano?

Si el diagnóstico del cáncer del colon y recto se realiza en etapa temprana la posibilidad de curación es superior al 90%. Cuando el cáncer colorrectal ya presenta síntomas las lesiones son frecuentemente más avanzadas y las posibilidades de curación se ubican en el 60%.

Además, cuando los tumores son más pequeños hay más posibilidades de tratamientos endoscópicos o quirúrgicos menos invasivos y menor necesidad de terapias oncológicas agregadas (quimioterapia o radioterapia).

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación