Tras el anuncio de Evolución Radical de alejarse del bloque de la UCR y formar una bancada propia en la Cámara de Diputados, al no haber podido superar sus diferencias con la conducción que lidera Mario Negri, Juntos por el Cambio (JxC) deberá ahora lidiar con esa tensión y con un interbloque que quedará conformado por al menos siete bancadas diferentes en la Cámara baja.

La decisión de Evolución Radical, que lidera Martín Lousteau y del que forma parte también el cordobés Rodrigo de Loredo, de separarse de la estructura del bloque que conduce Negri, tras las tensiones que protagonizaron ambos sectores en las últimas semanas, sorprendió al sector del cordobés que aspiraba a limar asperezas antes de la reunión de ayer en la que se ratificaron a las autoridades de ese grupo.

Ante esta situación, El Periódico consultó al legislador cordobés Dante Rossi, quien también participó de la interna en las PASO representando a una corriente de la UCR. 

¿Qué lectura hace de esta separación del bloque del radicalismo en Diputados?

No es un buen dato para la sociedad, lo que pasa es que cuando las candidaturas se cristalizan siempre en los mismos dirigentes y los lugares más importantes y de representación del partido los tienen siempre los mismos dirigentes, independientemente del resultado electoral, provocan estas divisiones. No es un buen dato para la sociedad, pero creo que hay un fuerte aire de renovación en el radicalismo a nivel nacional y los que han ocupado poderes desde hace muchísimo tiempo tienen que dar lugar y escuchar lo que votó la gente el 14 de noviembre.

¿Concretamente se refiere a que Negri tuvo menos votos y sigue siendo presidente del bloque en lugar de dar espacio a otros dirigentes?

No por eso precisamente. Me parece que Mario Negri cumplió un rol muy importante durante mucho tiempo, pero el mapa del radicalismo cambió a partir del 14 de noviembre con la irrupción de dirigentes como Facundo Manes, Rodrigo de Loredo o Losteau en la ciudad de Buenos Aires. Me parece que hay que escuchar lo que votó la gente, generar una renovación y poner a los dirigentes que han obtenido el respaldo popular.

¿Por qué no sería un buen dato para la sociedad si es que se busca una renovación del radicalismo?

El problema es que la gente el 14 de noviembre también votó unidad, que estemos juntos y que no haya escarceos entre nosotros para ver si podemos ser alternativa en 2023. Siempre la división de los bloques no es un buen dato. Nosotros tenemos dos bloques en la Legislatura y sería bueno que hubiera uno. En la ciudad de Córdoba hay cuatro bloques del radicalismo en el Concejo Deliberante y no es bueno. Pero la responsabilidad de que pase eso la tienen los dirigentes que no quieren asumir que hay un nuevo tiempo en el radicalismo y que se tiene que renovar de acuerdo a lo que votó la gente el 14 de noviembre.

¿Se podría haber resuelto de otra manera?

Sí, se podría haber resuelto de otra manera. Incluso desde el sector de Evolución hubo un buen gesto también al proponer como presidente del bloque a Facundo Manes, que venía también de una elección muy importante en Buenos Aires y que no milita en Evolución. Esto no fue escuchado, se cerraron en que tenía que ser Mario Negri y esas cosas terminan haciendo estos roces.

¿Qué puede aportar este nuevo bloque al radicalismo y a Juntos por el Cambio?

Tiene espadas muy importantes. Que Rodrigo de Loredo sea el presidente del bloque garantiza que haya un buen debate y generación de propuestas. Que esté allí Martín Tetaz o Carla Carrizo, son muy buenas espadas. Y están básicamente los que han obtenido buenos resultados y han sido ratificados por el voto el 14 de noviembre. Yo marco que no es un dato menor que hayan sido referenciados con la sociedad, que los que han sido señalados por el voto popular puedan conducir liderazgos y llevar la bandera para los objetivos que nos hemos propuesto.

¿En qué podría afectar a Juntos por el Cambio?

Creo que también hay que minimizar lo que es una discusión del bloque del radicalismo. En Córdoba hay dos bloques en la Lesgislatura y sin embargo eso no es un impedimento para consensuar políticas y discutir propuestas. No creo que haya inconvenientes, por supuesto hay q ue reducir las esquirlas que puede generar en Córdoba, porque tenemos una enorme posibilidad de llegar al Gobierno en 2023 y hay que mostrar una señal de unidad. Pero hay dirigentes históricos que tienen que darse cuenta que es tiempo de una renovación en el partido. Creo que aquí hubo un capricho de un dirigente histórico de conducir un bloque y eso generó estas divisiones, pero estoy absolutamente convencido que van a votar juntos  porque piensan similar frente a un Gobierno nacional que perdió el rumbo hace mucho tiempo.