Delegaciones de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) realizaron en los últimos días inspecciones en campos de la región del departamento San Justo, precisamente en Morteros y Brinkmann, donde se labraron actas por irregularidades en las condiciones laborales. 

En una de ellas, se inspeccionó un tambo donde había trabajadores sin registrar, no tenían el servicio de agua potable ni accedían a una alimentación adecuada. 

Carlos Rivera, secretario general de la seccional 871, se refirió en La Mañana de El Periódico a estas inspecciones en donde, según denunciaron, se encontraron trabajadores sin registrar, sin servicio de agua potable y sin acceso a una alimentación adecuada.

"Lo único que tenían era electricidad": las precarias condiciones laborales que denunció Uatre en la región

Según indicó Rivera no se cumplía con la provisión de elementos de la labor como botas de lluvia, pantalones para las tareas, horarios de sobre explotación laboral, falta de descanso y “lugares edilicios terriblemente precarios”. “Uno lo que ve es que se hace una inversión grande para tener un tambo con toda la tecnología, con una importante suma de dinero, pero lo que debería también hacerse es invertir en habitaciones para los trabajadores, con lo que está normado dentro de la ley de contrato de trabajo”, señaló.

“Lo único que tenían era electricidad porque lo necesitan para el funcionamiento del tambo, pero los lugares eran casas y habitaciones de muchos años, que no se han no reparado ni estaban habilitadas para vivir. Un solo baño donde lo compartían siete personas, ese baño se calentaba el agua con leña o se calentaba con una olla con una garrafa, no cuentan con baño instalado, las condiciones edilicias y de vivienda eran muy precarias”, explicó.

Además, uno de los trabajadores tuvo un ACV y no recibió la atención médica necesaria. “Un trabajador que fue afectado con una enfermedad por un accidente cerebrovascular, no tenía ni seguro y lamentablemente esas cosas las vemos de forma cotidiana”, indicó.

"Lo único que tenían era electricidad": las precarias condiciones laborales que denunció Uatre en la región