Conforman una paleta inagotable de colores. Sandía o vainilla son sólo dos de los aromas del gran abanico de perfumes que ofrecen. Unas son terrestres, otras viven en pantanos y otras sobre troncos o ramas. Las hay nativas, exóticas y también variedades logradas mediante el cruce de especies. “El de las orquídeas es un mundo aparte”, aseguró Doris Bischoff, investigadora del área Floricultura del INTA Montecarlo –Misiones–, quien desde el instituto promueve el desarrollo de la actividad.

En cuanto a variedades, forman una de las familias más amplias. Aunque aún en el país existen regiones sin relevar, “hay más de 300 especies, de las cuales alrededor de 180 están en Misiones”, indicó Bischoff. Sólo en el Parque Nacional Iguazú, se registraron 85.

De las 180 especies nativas que hay en la región, “hay muchísimas que están ya en peligro de extinción”, aseguró la investigadora. En respuesta a esta situación, el proyecto de “Conservación de germoplasma nativo y multiplicación in vitro a escala comercial de orquídeas en Misiones”, que se lleva adelante junto a Biofábrica SA y con el financiamiento del CFI, se propone su rescate en toda la zona.

Por su potencial, el INTA acompaña la actividad de los productores locales con el objetivo de fortalecer a un sector que, aún con carácter artesanal, provee a los mercados regionales de flores de La Plata y Buenos Aires.

Así, mediante un convenio con la Biofábrica SA ­–localizada en la ciudad de Posadas– y la Asociación Orquideófila Montecarlo, hace poco más de dos años, el instituto promueve la actividad productiva, mediante un proyecto de multiplicación a escala comercial de orquídeas nativas e híbridos, que se entregan sin costo a todos los productores de la provincia que quieran cultivarlas.