“Todos los días vivimos con la impotencia de que quedaron miles de cosas por disfrutar con él”, expresa Fabricio Margaría (34), hijo de Rolando, el hombre que en julio de 2015 fue asaltado y apuñalado por tres menores cuando salía de su casa en el barrio Dante Panzeri. A un año de su crimen su familia pide justicia y que los tres implicados reciban las penas que corresponden.

“Fue algo que prácticamente destruyó a la familia, al viejo se lo extraña un montón-expresa Fabricio en diálogo con El Periódico-. Ahora estoy trabajando en su lugar en la Empresa Provincial de Energía y hablo con los compañeros que estuvieron con él y es recordarlo todos los días”.

Planificado

Para la familia y los abogados defensores no caben dudas de que el hecho fue programado por uno de los menores y los otros dos fueron cómplices.

“Mi viejo vivía solo y ellos lo sabían. Da la casualidad que mi papá tenía una perra que quería mucho y que era la guardiana de la casa y se murió un mes antes”, sostiene. “Mi viejo identificó y persiguió a tres personas que lo robaron y solamente hay dos detenidos. Si no hubiese sido por su valentía no hubiéramos sabido quién lo apuñaló y todo hubiera quedado en la nada”, agrega.

Los Margaría aseguran que no buscan venganza, pero sí que los tres menores respondan ante la Justicia.

Vale recordar que uno de los menores identificado con las iniciales J.G. se encuentra en libertad y fue el primero en declarar. Los otros dos menores R.S y A.S. están alojados en el complejo Esperanza de Córdoba.

El crimen

Fue un domingo 12 de julio a la mañana Rolando Margaría (60) fue abordado por tres ladrones apenas salió de su casa. El hombre se resistió y recibió una puñalada en el abdomen.

Los ladrones escaparon y él, pese a la grave herida, los persiguió en el auto, ubicó dónde se escondieron y llamó a la Policía, que logró dar con los atacantes de entre 16 y 17 años.

Margaría fue internado, sin embargo la herida fue profunda, resistió 10 días hasta que finalmente murió en la madrugada del 22 de julio.

Según el abogado penal de la familia, Rubén Caffaratta, la parte de instrucción de la causa ya habría finalizado y resta la acusación final de la fiscalía para que luego se eleve a juicio una vez que los tres jóvenes cumplan los 18 años.