Por Faustino Rizzi (Enviado Especial a Córdoba)

Hubo, sí, una picada callejera entre los dos conductores. La cual dejó como consecuencia directa que a Mariana Inés Ellena le apagaran la vida a sus 22 años en la fatídica noche del 2 de septiembre de 2011. Sin embargo, para la Justicia esto sigue siendo un mero accidente. Poniendo blanco sobre negro, eso vino a decir el controvertido fallo en el juicio por la muerte de la joven sanfrancisqueña, que se emitió ayer en la Cámara 4° del Crimen en la ciudad de Córdoba.

Por unanimidad, el tribunal encontró culpable a Catriel Maximiliano Bertorello por los delitos de “conducción peligrosa de un vehículo en prueba de velocidad sin la debida autorización legal” (picadas callejeras) y de “homicidio culposo agravado”. Es decir, confirmó que hubo una picada que llevó a la muerte de Mariana, pero se inclinó por el encuadre “culposo” (accidente o negligencia, con penas de 2 a 5 años máximo) en lugar de la figura de “dolo eventual”, como reclamaba la familia, y cuya condena va de 8 a 25 años. Ahora, la sentencia será remitida a un Juzgado Penal Juvenil, ya que Bertorello tenía 16 años cuando se produjo el hecho, que deberá decidir la pena que se le aplica.

En la Justicia provincial no hay todavía un antecedente de condena por “dolo eventual” en el marco de los delitos de tránsito, como reclaman desde hace años familiares de víctimas. Un caso similar se produjo días atrás en el caso “Los Cóndores”, donde dos jóvenes fueron sentenciados por correr una picada que dejó como saldo a cuatro muertos y cinco heridos, y que la Justicia nuevamente encuadró como accidente o negligencia en la figura de homicidio culposo.

Sin embargo, la de ayer fue la primera condena por una picada callejera en la ciudad de Córdoba. El fallo fue contra la postura del fiscal Raúl Gualda, quien en su alegato señaló que no estaba comprobado que se hubiera corrido la picada, y pidió para Bertorello la condena por homicidio culposo. Un detalle que no pasó inadvertido en la sala: Gualda no estuvo durante la lectura del fallo.

Crear un precedente

Es claro que para la familia de Mariana no fue la sentencia esperada. Sus padres habían señalado en numerosas oportunidades que esperaban una sanción ejemplificadora, es decir, marcar un precedente para que estos delitos dejen de juzgarse como simples accidentes. Pero, al menos, se confirmó que hubo una picada y los acusados fueron declarados culpables por ese delito.

“Pienso que no se hizo justicia. Esperaba algo más ejemplificador, y esto fue demasiado suave, a mi modo de ver. A mi hija la mataron. No me vuelvo conforme a San Francisco, pero, como se dice vulgarmente, fue lo menos malo. Sí me vuelvo tranquilo porque hemos empujado entre muchos esta barca para llegar a buen puerto. A mi ´Marianita´ no la tengo más, nada me la va a devolver, la idea era crear un precedente para que nadie más pase por esto”, señaló Hugo Ellena instantes después de leerse la sentencia. El papá de Mariana también remarcó que al probarse que hubo una picada, tenía esperanzas de que se podía dictar una condena por “dolo eventual”.

A pesar de ello, Isabel Barraud, madre de la joven, se mostró más conforme. “Creo que sí se hizo justicia, trataron. Hubiera preferido otra actitud del fiscal. No sé si era lo que esperaba, pero me voy conforme porque se confirmó que corrían picadas, que eso no era mentira como se decía. A Mariana la tengo acá, el domingo es el Día de la Madre y como mamá me siento la más orgullosa del mundo. Creo que esto puede ser aleccionador para otros jóvenes. Tampoco hubiera sido justo que la muerte de mi hija sea en vano”, resumió Isabel, con la sonrisa y la calma que la distinguen.

Un final

Se cerró una etapa para la familia Ellena, que ahora podrá elaborar el duelo de otra manera. Nada va a devolver esa ausencia a Isabel, Hugo y a los otros dos hijos del matrimonio. Nadie va a devolver, como dijo Hugo en sus palabras finales, el sueño de Mariana de ser mamá. Pero de alguna forma el fallo también pone fin a una larga y desgastante lucha. Quizás no lo expresaron con palabras, pero sí con las decenas de abrazos que se repartieron junto a familiares y amigos en los pasillos de Tribunales. Cansados, dolidos, ayer aún tuvieron la fortaleza para aplaudir y reír con los amigos de Mariana. Saludaron y agradecieron a cada uno de los presentes, incluso a los periodistas. No saben si apelarán el fallo. Lo que ellos sí saben es que lo que importa, lo que realmente importa, fue herido para siempre. Y que deben convivir con eso, porque a ese dolor al que un día fueron empujados no hay juicio ni sentencia que pueda hacerle frente.

CLAVE

La clave del juicio estuvo entre el "homicidio culposo" (2 a 5 años) y el “homicidio con dolo eventual” (8 a 25 años). A diferencia de un accidente, según la Justicia comete “dolo eventual” aquella persona que se hace una idea que con su acción puede cometer un daño, y pese a ello no le importa y sigue adelante en su accionar. El problema es la dificultad de probar que el acusado se representó eso en su consciencia, y por eso hay muy pocas condenas de este tipo. 

“En la Justicia cordobesa sigue siendo resistido el fallo por dolo eventual. Pero este es un empujón más, y tarde o temprano esto se va a dar”, aseguró ayer Palacio Laje.

PUDIERON SER ABSUELTOS

El abogado de la familia Ellena, Carlos Palacio Laje, destacó el rol que tuvo la acusación particular al pedir la condena por la picada callejera, ya que el fiscal de cámara Raúl Gualda había desestimado ese delito. En otras palabras, si no hubiera sido por la acusación de la querella particular (los padres de Mariana) tanto Bertorello como Luca no iban a ser acusados ni condenados por el delito de “conducción peligrosa en prueba de velocidad”.