¡Ey! ¿Qué estás haciendo?”

“Nada, nada”.

Así de corto fue el diálogo que mantuvo Carina Brito antes de impedir junto a un hombre que lo ofreció ayuda, que un joven de 22 años le robe su moto del estacionamiento ubicado frente a la clínica Regional del Este. Era una Honda Wave, color negra, uno de los modelos (junto a la Biz, la Guerrero Trip y la Yamaha Cripton) que más se roban en la ciudad.

El muchacho, que llevaba consigo una ganzúa cayó al piso en la huida y fue abordado por un par de vecinos que lo retuvieron hasta que llegue un móvil policial. Su compañero, que lo esperaba en otra moto unos metros más adelante, logró escapar.

Estacionamientos

En el microcentro es donde se produjeron los robos históricamente, aunque existen sectores clave donde las motos se pueden levantar con facilidad que son los estacionamientos ubicados frente a clínicas y sanatorios privados de nuestra ciudad.

Las motos suelen permanecer estacionadas durante varias horas del día, casi sin control. Otro lugar similar es frente al casino.

Con el estacionamiento medido para autos, el municipio dispuso nuevos lugares para que los motociclistas dejen su vehículo. Les sumó unos caños para que se puedan amarrar con un candado, lo que le da más seguridad.

Menos robos

Fuentes policiales de la Departamental San Justo aseguran que desde abril el robo de motos disminuyó en San Francisco y de gran manera. En ese mes hubo siete denuncias por robo y en mayo seis. Sobre finales del año pasado y comienzo de este el promedio mensual era de casi una por día.

Los modelos más sustraídos son de baja cilindrada como las motos de 100, 110, 250 centímetros cúbicos.

Respecto a las metodologías, hay de todo. “Te rompen la traba, si tiene alarma la anulan, y se las llevan empujando algunas cuadras y luego las arrancan. Hay casos en los que las suben a un auto o camioneta”, contó una fuente policial.

En Frontera, por ejemplo, hubo algunos casos donde la víctima fue emboscada y encerrada por ladrones armados en otros vehículos similares.

Desde la fuerza aclararon que se establecieron dos puntos de control en sectores clave de la ciudad para prevenir arrebatos y robo de motovehículos. Además informaron que en los casos de motos robadas en el último tiempo hubo negligencia de parte del dueño al dejarlas sin candado y solo con la traba o en algún caso dejarse olvidad la llave puesta.

Las motos robadas suelen ser desarmadas en talleres o domicilios para la posterior reventa de sus piezas o usadas por los mismos ladrones para cometer otros robos, por ejemplo arrebatos, manifestaron las fuentes.

Consejos

1. Trate de dejar la moto en alguna playa de estacionamiento. Si no puede, no la deje siempre en la calle en un mismo lugar.

2. Si ve que alguien lo sigue, diríjase a algún sitio concurrido, como una estación de servicio, o busque ayuda policial. Si no hay un CAP, busque un lugar seguro y llame rápido al 101.

3. Si le arrojan una piedra o un palo, trate de no detenerse por ningún motivo. Preste atención a los objetos tirados en la vía pública. Puede ser un robo.