A más de una semana de los allanamientos en San Francisco y otras localidades de la zona, la Policía Federal (PFA) informó este lunes que fue desarticulada una banda criminal dedicada a las estafas telefónicas que operaba desde la cárcel de San Francisco. Hay más de 30 personas involucradas, entre detenidos y otros. Y se secuestraron armas y dinero, entre otros elementos.

Desde la fuerza precisaron que las investigaciones comenzaron en mayo del 2020, cuando por medio de llamados telefónicos diferentes reclusos se hacían pasar como integrantes de una empresa de cobro mediante Posnet o Lapos, solicitando en forma diaria la devolución de crédito por las ventas producidas a diferentes estaciones de servicio de la firma YPF.

Así, agregaron que la investigación exhaustiva demostró que utilizaban tarjetas del Plan Alimentar que pertenecían a dos mujeres oriundas de la ciudad de Córdoba y que los llamados provenían desde el interior de la cárcel de de San Francisco, donde ya otras instancias judiciales de Córdoba, Santa Fe, Salta y Buenos Aires habían ordenado allanamientos y detenciones por estafas telefónicas

"Se estableció que los internos de la unidad carcelaria en cuestión poseían una especie de 'call center' armado dentro del penal, y que a su vez recababan cuentas en las que dirigían el botín de los hechos a través de transferencias bancarias", explicó la Federal en un comunicado.

Uno de los allanamientos en el interior de la prisión. Foto: PFA.
Uno de los allanamientos en el interior de la prisión. Foto: PFA.

Mulas o presta nombres

Por otra parte, la PFA añadió que los internos que realizaban las estafas telefónicas desde la cárcel contaban con la colaboración de cómplices afuera, es decir, personas que prestan sus cuentas bancarias (llamados presta nombres o mulas) donde se depositaba lo recaudado a través de las estafas, lo que era distribuido entre familiares o allegados vinculados a la organización.

Tras las pruebas obtenidas, el Juzgado de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Federal N° 2 de Lomas de Zamora, a cargo de Luis Antonio Armella, con instrucción de la la Secretaría N° 5 a cargo de Maximiliano Callizo, ordenó un total de 27 allanamientos en las provincias de Córdoba y Santa Fe, incluidos los pabellones 2, 4, 6 y 7  de la Unidad Penitenciaria Nº 7 de San Francisco.

Según detalló la PFA, se detuvo a 13 mujeres, seis hombres y otros 12 reclusos quedaron involucrados en la causa.

Además, se secuestraron dos revólveres calibre 22 y 32 respectivamente, dos automóviles, tres motovehiculos, varias tarjetas de crédito y débito, 680.000 pesos y 13 teléfonos celulares.

Policía Federal desbarató "call center" de estafas telefónicas en la cárcel de San Francisco
Policía Federal desbarató "call center" de estafas telefónicas en la cárcel de San Francisco

Anticipo

Tal como había anticipado El Periódico, el foco de la causa estaba puesto en la cárcel de San Francisco y se vinculaba con estafas telefónicas. 

En San Francisco se llevaron adelante allanamientos en viviendas de los barrios La Florida, Hospital, La Milka, Jardín y Roque Sáenz Peña. Se buscaron elementos para la causa y establecer los vínculos entre familiares de internos penitenciarios con estas maniobras delictivas.

Parte de los elementos secuestrados. Foto: PFA.
Parte de los elementos secuestrados. Foto: PFA.

La cárcel, otra vez en foco

Fuentes judiciales y policiales vienen reiterando que existe un importante accionar delictivo dentro de la Penitenciaría local, donde convictos mueven los hilos de adentro hacia afuera y siguen vinculados a la delincuencia.

Para poder hacerlo acceden a herramientas clave como teléfonos celulares: “Si vos le sacás el celular y la droga, adentro de la población carcelaria se pudre”, afirmó sin ningún tapujo una fuente policial.

Este escenario lleva a plantearse la posible complicidad entre los detenidos y un sector del servicio penitenciario. Pero también explica que los presos que afuera tenían poder, una vez tras las rejas necesitan mantener su estructura delictiva sin importar que ya tengan una condena.

“En los procedimientos que hemos hecho se lograron secuestros de celulares. Esto genera una operatoria difícil de investigar porque están a nombre de terceras personas, operan de manera clandestina, de forma intensa y eso trae complicaciones en temas como estafas y narcomenudeo”, señalaba tiempo atrás el fiscal de Delitos Complejos, Bernardo Alberione, sobre el servicio penitenciario.

Alberione indicaba que existe un centro de monitoreo dentro del servicio penitenciario, pero remarcaba: “No se entiende cómo puede haber tanta operatividad dentro de una cárcel, es un tema a resolver y de manera urgente”.

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