Liliana Sandez fue golpeada salvajemente el pasado sábado en el marco de un asalto y fue internada con graves lesiones en un sanatorio privado de nuestra ciudad. La mujer se recupera de una fractura de cráneo, fisuras en las costillas y golpes por todo el cuerpo que recibió por parte de las dos mujeres asaltantes.

Sandez indicó que se encuentra en recuperación y con muchos dolores pero que hoy durmió toda la noche. "Me pusieron muchos calmantes. Estoy mejor que cuando entré, anímicamente también, pero con muchos dolores, ahora me apareció otra costilla fisurada, son dos, el golpe en la cabeza era muy grande pero gracias a Dios anoche el último resultado me dio que está bien y deshinchado. Pero me aparecieron moretones y golpes por todos lados del cuerpo", señaló desde el sanatorio en diálogo con El Periodico.

"El alta depende de lo que me diga el médico hoy, a lo mejor estoy hasta la tarde. Los avances fueron positivos pero la situación es horrible", añadió.

El relato del horror

La mujer relató cómo sucedieron los hechos del asalto cuando fue interceptada mientras guardaba el auto en el garaje. "Desactivé la alarma para entrar el auto, lo entré y cuando voy a cerrar la puerta me asomo y viene corriendo desde la esquina de calle Belgrano una persona con una media o algo que le tapaba la cara, me tiraron al suelo y me metieron adentro del garaje, yo empecé a gritar auxilio, me arrastraron y me tiraron el piso boca abajo", comentó. 

"Me empezaron a pegar, me tapaban la boca, en un momento pensé que me moría porque no podía respirar y me gritaban pidiéndome la plata, me decían que en mi casa había plata y yo les decía que no había, que ya se la habían llevado. Eran dos mujeres, no sé como entró la otra, en un momento dijeron: 'hacé entrar al pelado así la viola y habla'", añadió.

"Sólo tenía algo de plata que tenía que pagar en el club, les dije que la busquen y me revolvieron toda la casa. Gracias a Dios mi mamá no se despertó, me llevaron al baño arrastrando, yo me caía porque no podía caminar. Me ataron las manos y las piernas con una campera, ahí me empezaron a tirar alcohol, me asusté muchísimo porque pensé que me prendían fuego. Yo les decía que se vayan porque iba a venir mi vecina que tiene el teléfono conectado conmigo y se fueron corriendo", agregó.

"Después de eso me levanté y hasta que llegué al garaje me caí como dos o tres veces porque estaba muy mareada. Habían cerrado el portón, pude salir y me crucé. La Policía vino rapidísimo y la ambulancia también pero ya se habían ido", relató la mujer.

No sabía qué más hacer

Sández señaló que las delincuentes insistían que "querían la plata" y ella les remarcaba que ya no la tenía. "En un momento dije: 'bueno, que me hagan lo que quieran, si me matan me matan', ya no sabía más que hacer", recordó.

"Todo esto habrá sucedido en 20 minutos o media hora, más de eso no fue, para mí fue una eternidad. Agradezco a todos los que me están ayudando y a todos los mensaje de apoyo que recibí. No es fácil", remarcó.