Se vivió este viernes una nueva jornada de juicio por el crimen al médico Daniel Casermeiro, ocurrido en diciembre de 2019 y por el que está imputado Gerardo Luis Gette. La primera fue el día jueces donde pasaron varios testigos. 

En esta oportunidad se presentaron cinco personas a declarar y se incorporaron tres testimonios de la etapa de investigación inicial que se leyeron en sala.

La audiencia comenzó cerca de las 10 y luego de los tres primeros testimoniales se pasó a un cuarto intermedio por una hora. Pasadas las 13.30, se escucharon los testimonios restantes.

El primero en declarar frente al tribunal y a los jurados populares fue el comisario inspector Diego Rodríguez, quien participó en ese momento de la investigación. Al igual que los efectivos policiales que expusieron el jueves, se basó en las cámaras de seguridad cercanas al Sanatorio Argentino que ponen en el centro de la escena en la mañana del 19 de diciembre de 2019, al médico y a Gette yéndose juntos en el auto del primero con dirección a la zona norte y tomando como vía de salida la Av. Maipú.

“Su secretaria dijo que lo vio irse de forma imprevista, algo que no era común en él”, indicó y recordó que el imputado en su momento había sostenido que si bien había visto al médico esa mañana, no se había marchado con él sino que tuvo como destino ir a desalojar un salón –ubicado por calle Echeverría- que el mismo Casermeiro le había solicitado.

Gette dialoga con su abogado defensor.
Gette dialoga con su abogado defensor.

Otro dato que dejó Rodríguez está relacionado a los dos teléfonos que usaba Gette y a una serie de audios que el ginecólogo le envió entre el 18 y 19 de diciembre, donde le reclamaba un dinero -con más énfasis a medida que no obtenía respuestas- que le había prestado para la compra de una camioneta. Aparentemente, lo necesitaba para cerrar un negocio inmobiliario ese mismo día con Omar Verra (testimonió en la primera jornada).

Por otra parte, el policía aportó que Gette tuvo activo su teléfono que más usaba ese día hasta las 10, luego ya no fue detectado por ninguna antena, y recién a las 19.41 apareció enviando un audio al doctor a quien lo consultaba sobre la mudanza que supuestamente tenía que hacerle en ese salón de calle Echeverría.

Rodríguez avaló la hipótesis del móvil económico en el crimen hablando de deudas que el acusado tendría en ese momento con el ginecólogo, entre ellas por la compra de la camioneta, del departamento en Brasil y de un terreno.

El arma que supo tener Gette

Uno de los grandes misterios del caso es sin dudas el arma que utilizó el homicida para ejecutar a sangre fría a la víctima, la cual nunca fue hallada.

Otro de los testigos, Juan José Careglio (74), familiar de Gette, carpintero e instructor de tiro, contó que años atrás le supo dar un arma calibre 22. Cabe recordar que el proyectil que le extrajeron al médico habría pertenecido a un arma de este tipo.

El hombre dijo no recordar por qué en su oportunidad le dio el arma, la cual calificó como "arruinada".

El juicio se desarrolla con jurados populares.
El juicio se desarrolla con jurados populares.

"Yo no la usé, no sé si funcionaba", señaló y aclaró que pertenecía a un tío fallecido y que se la dio a Gette con la condición de que la registre si es que la arreglaba para tenerla operativa.

Al ser consultado sobre si cualquier persona puede arreglar un arma, Careglio dijo que se trataría de un procedimiento complicado: “Arreglar un arma es delicado, si se rompe yo la llevo de un armero”, opinó.

Un terreno y un apriete

Guillermo Comba (42), de María Juana, contó sobre su amistad con Gette, a punto tal que este le puso un terreno a su nombre en un momento ya que tenía deudas y podría perderlo a causa de ello.

La adquisición de este lote baldío fue en 2013. Aparentemente, Gette adquiere el terreno por una deuda que habrían tenido con él y para obtenerla utilizaría el método del “apriete” mediante integrantes de la reconocida familia Gallardo.

Años más tarde, uno de los presuntos referentes de esa familia habría solicitado su parte en el valor del terreno por ese trabajo de antaño. Para hacerlo, según marca la investigación de la fiscalía de Delitos Complejos, fueron “apretados” Gette y un familiar. Fue allí que el imputado habría recurrido a la ayuda de Casermeiro.

“Un apasionado de los negocios”

La testigo Marisa Macello (60) se presentó como amiga de Daniel Casermeiro. A su turno indicó que en el último mes antes de su desaparición “los encuentros y llamadas entre el doctor y Gette eran más frecuentes” y agregó que en ese tiempo lo notaba con un “estado de euforia que no era habitual en él” pasando de eso a la angustia y la depresión.

Tras ello definió al ginecólogo como “un apasionado de los negocios” y como una persona ala cual era difícil engañar. Aclaró que nunca escuchó discusiones entre el doctor y Gette pero recordó que tuvieron un altercado por el terreno donde estaba la balanza.

Recordó que en una oportunidad, Casermeiro le dijo que Gette llevaría “una máquina de contar dólares o dinero” a un departamento que era de su propiedad y ella supo alquilar: “Me lo dijo porque yo me estaba mudando y todavía tenía que llevar cosas del lugar”, aclaró.

La palabra de un amigo

Otro de los testigos fue Damián Terraf (39), quien se presentó como amigo del médico, con quien dijo haber compartido negocios: “Tenía muy buena amistad, cuando surgían negocios me decía que vaya a ver de qué se trataba”, contó.

“Le gustaba hacer negocios, si le gustaba un auto iba y lo compraba, lo mismo una casa”, expresó y recordó algunos altercados que tuvo el médico con personas que no cumplieron con el pago de sus deudas: “Prestaba plata y si no cobraba luego ejecutaba a través de la garantía”, mencionó.

Cómo sigue

El juicio tendrá continuidad el próximo lunes cuando pasen al menos entre tres y cuatro testigos más.

El martes serán los alegatos y se espera sea la resolución del caso.