Desde la Fiscalía Federal de San Francisco instaron el procesamiento de dos hombres que se encuentran imputados por explotar laboralmente a varias personas en un predio ubicado en cercanías a la localidad de Miramar, ubicada al norte del departamento San Justo.

La investigación data de 2022, cuando la Policía de este lugar recibió el llamado de una de las víctimas solicitando ayuda. En total eran ocho las personas que vivían en condiciones deplorables y que llegaron desde Morteros para trabajar, aunque engañados porque no le cumplieron ninguna promesa.

Según informó a El Periódico la fiscal federal María Marta Schianni, son dos las personas imputadas –de apellidos Soria y Bono- por el delito de “trata de personas con fines de explotación laboral agravada, cometida a través de engaño y de abuso de situaciones de vulnerabilidad”.

A ambos se los acusa de captar con fines de explotación laboral a estas ocho personas: “Quien se encargaba de contactar a las víctimas prometiendo un trabajo era Soria, para que talaran árboles en una propiedad de Bono. Lo hicieron con falsas promesas de una jornada aboral determinada, un salario acorde al trabajo, supuestamente condiciones de labor que no fueron las que luego se detectó en la investigación”, sostuvo la funcionaria judicial.

Schianni agregó que las condiciones de vida de las víctimas eran “deplorables” y detalló: “Tenían colchones a la intemperie en pleno julio, una casilla rodante desmantelada en una zona rural sin acceso a agua corriente ni electricidad, tampoco contaban con un baño, una cocina ni medios para movilizarse. Las jornadas laborales eran muy extensas y el sueldo no era el prometido. Era una situación de abandono total”.

La casilla, en tanto, era para cuatro personas, por lo que otras cuatro debían dormir bajo las estrellas solo con algunas frazadas en pleno invierno, se indica en la investigación.

El pedido de procesamiento cayó en manos del juez federal Pablo Montesi

Pedido de ayuda

Los ocho involucrados no tenían medios para movilizarse y para acudir a un almacén para poder comprar algún producto debían caminar 12 kilómetros. En el lugar, hasta les fiaban de acuerdo a la situación que vivían.

“Fue a través de un llamado telefónico que hicieron a la Policía pidiendo que los fueran a buscar porque no tenían alimentos, pasaban la noche con frío y a la intemperie. Un móvil se acercó al lugar, verificó lo que estaba pasando y fueron rescatados y atendidos”, explicó Schianni.

Las víctimas ya declararon y entre lo dicho indicaron que buscaban trabajo ante su situación de pobreza y cayeron en manos de estas personas.

La imputación hacia lo Bono y Soria se encuentra agravada por la pluralidad de víctimas y por haber sido consumada la explotación, todo ello en calidad de coautores, se informó.

A ello se le suman informes de la Dirección de Jurisdicción de Asistencia y Prevención de Trata de Personas del Gobierno de Córdoba, por lo que se solicitó el procesamiento.

Cabe recordar, que días atrás el juez Montesi procesó a Elías Argüello, líder de la organización religiosa “Dimensión Cielo” en San Francisco e hizo lo propio con otras cuatro personas en San Francisco, también por el delito de “trata de personas con fines de explotación laboral y reducción a la servidumbre”