“Nunca dejes la música”. Ese fue el pedido de Mercedes, la abuela de Martín Leguizamón (25), poco antes de morir de una enfermedad terminal. Ese ruego resonó profundamente en el joven y se convirtió en un compromiso que no piensa romper. Se trata de un nuevo intérprete folclórico -de los tantos y buenos que hay- que apareció hace poco en los escenarios de la ciudad y que sorprende con su voz y repertorios.

Oriundo de Balnearia pero radicado en San Francisco hace seis años, Martín dice, casi tímidamente, que su profesión “es transitar el camino a la música, así que me podría considerar músico”, le cuenta a El Periódico.

Aunque su camino en la música comenzó cuando era pequeño -a los nueve años empezó a tocar la guitarra-, Leguizamón considera que su carrera se inició recién en 2023, cuando fue convocado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Francisco para cantar como solista en el convocante escenario del ciclo La Peatonal de la 25, que se realiza todos los veranos en el centro de la ciudad.

- ¿Cómo se dio ese camino en la música? ¿Viene de familia?

- En mi caso particular no, fue como un deseo de mi papá (Miguel), a él le gusta la música, la guitarra. En la familia no tengo músicos, simplemente eran sus ganas de que yo aprendiera. Al principio no tenía interés, escuchaba mucho folclore porque vivíamos en el campo. Cuando él me lo propuso le dije que iba intentar, como en cualquier otra disciplina que hacés de chico, pero después me atrapó y de tal manera que me dije: ‘Esto es lo que quiero hacer’.

Martín, en la intimidad de su casa durante un ensayo.
Martín, en la intimidad de su casa durante un ensayo.

- ¿Siempre dentro del folclore?

- Ya desde el primer día le dije a mi profesor que quería aprender folclore. Después, como aprendí mis primeros temas con la guitarra ya en la escuela era el comodín en los actos y estaba en todo -ríe-. Ya de más grande, en mi pueblo, también formé parte de una banda de cumbia y cuarteto, lo hice durante un año hasta que me vine a vivir aquí.

- ¿Por qué te venís a San Francisco?

- En realidad me vine por trabajo, cuando terminé el secundario en el pueblo no había mucha salida laboral, decidí tomar otro rumbo, cargué las pilchas y me vine a probar suerte. San Francisco siempre me gustó así que me acobijó. Y creo que no me equivoqué con la decisión porque formé mi familia acá, tengo mi hija (Clara) y mi señora (Claudia). Para mí significó un cambio de aire y fue la posibilidad de arrancar de lleno con la música. Y fue cuando llegué a la ciudad que tenía el propósito firme de querer trabajar de la música.

De metalúrgico a emprendedor

Cuando llegó a San Francisco, la vida para Martín no se dio como lo esperaba. Comenzó a trabajar en diferentes fábricas metalúrgicas, pero se cansó de cierta monotonía en su labor, los horarios, pero sobre todo, la parte económica.

Entonces se decidió a emprender algo por su cuenta: “Soy consciente que trabajar y vivir de la música de un día para el otro es imposible. Mi otro ‘universo paralelo’ a la música es un emprendimiento de venta de pan casero, así que soy panadero también. Hago pan casero y tortillas, tengo un puesto fijo -en López y planes y Echeverría-, ya hace un año que vivo de esto. Estoy muy agradecido con la gente que me ayuda a crecer también en ese aspecto, porque de alguna manera fui progresando, pude comprarme mis cosas para ir mejorando y para mí eso es muy reconfortante”, asegura.

A su vez, también es músico en otros grupos folclóricos de la ciudad. Se inició con Nilda Vega y tras varias presentaciones en peñas lo comenzaron a convocar otros conjuntos y artistas locales.

Mientras tanto, el joven sigue abocado a mejorar su música: “Siempre a pulmón, pero sigo aprendiendo todos los días y continúo tomando clases de canto y de guitarra; esto es una pasión, pero también un trabajo y eso lleva a que siempre trate de crecer en todos los aspectos”, remarca. 

Joven promesa: “Cuando llegué a San Francisco me decidí a trabajar de la música”

“El mundo peñero”

Las peñas folclóricas de San Francisco, esos lugares que se van multiplicando y que convocan a una buena cantidad de público en los diferentes barrios de la ciudad y de Frontera, fueron cruciales para el desarrollo de Martín como artista.

“Yo me curtí en las peñas -admite seriamente-, porque es ahí, con la gente cerca tuyo donde perdés ese pánico escénico que se le dice. Además vivís un montón de experiencias, como por ejemplo, que a lo mejor en el salón no se escucha bien, que se rompe o falta algo, te pasan miles de cosas y eso te suma muchísima experiencia”.

Pero sobre todo, Martín remarca que las peñas fueron vitales para aprender de todos los colegas cómo realizan sus presentaciones y se manejan con el público: “De todos fui sacando algo. Entonces ahora que estoy como solista todo eso me sirve un montón, para saber conectar con el público y armar un repertorio, que a la gente le guste y le llegue”, relata.

- ¿Qué objetivos te planteás como artista?

- Tengo que hacer un proceso y un trabajo primero en lograr que la gente me conozca porque siento que si hoy grabo un disco no voy a tener la llegada que quisiera, teniendo en cuenta que hoy pasa todo por las plataformas digitales. Primero quiero conectar con la gente y después sí, el sueño de todo artista es grabar un disco profesionalmente y trabajar con mis propias canciones. También sueño con llegar a los escenarios de la región, son todos objetivos o pequeños pasos que debo ir haciendo para crecer.

Participando del ciclo Domingos Diferentes.
Participando del ciclo Domingos Diferentes.

Un sueño cumplido

En 2023, durante un ciclo acústico que se realiza en el hotel Viena en Miramar, Martín Leguizamón cumplió uno de sus sueños: cantar junto a Raly Barrionuevo la Chacarera del sufrido, un suceso que recuerda con gran emoción.

"Lo fui a ver y le entregué un papel donde le escribí un mensaje que me acuerdo como si fuera ayer: ‘Mientras que Messi soñaba con ser campeón del mundo, mi sueño es cantar la Chacarera del sufrido con usted’", rememora.

Y agrega: “Raly empezó la introducción de la chacarera y, yo pensé, se olvidó, ya está. Pero de repente, detuvo la canción y me llamó al escenario. Yo temblaba de emoción".

Pero el momento se convirtió en un dúo que parecía conocerse hace tiempo: "Salió todo muy bien, él me transmitió una tranquilidad impresionante y fue como si lo hubiésemos ensayado. Ese momento y el abrazo final fue algo que me lo voy a llevar conmigo para siempre”, admite.

Cumpliendo su sueño de cantar junto a Raly Barrionuevo.
Cumpliendo su sueño de cantar junto a Raly Barrionuevo.

Contactos: 3563 40 6992

Instagram: @martin_legui22

Facebook: Martin Leguizamón