Un inspector de la Municipalidad de San Francisco denunció ayer viernes que fue agredido con golpes de puño y patadas por dos jóvenes cuando fue a cargar combustible en la estación de servicios Shell ubicada en la esquina de Sáenz Peña y Brigadier Bustos (camino interprovincial) ya que había sido quien clausuró una fiesta clandestina durante los meses de pandemia en un club de la ciudad. 

La denuncia fue radicada en el mediodía del viernes y según el denunciante recibió golpes y patadas en el rostro y en las piernas por parte de dos jóvenes a quienes señaló como realizadores de una fiesta clandestina anterior y la cual fue desarticulada tras la intervención de este inspector junto a otra agente municipal, y donde, en su versión, había sido amenazado.

Según la denuncia, los agresores serían de la familia propietaria de la estación de servicios.

La exposición ante la Unidad Judicial fue por agresiones leves y también por amenazas, ya que sostuvo que además lo amenazaron nuevamente.