Un tribunal de Rosario dará a conocer este lunes la sentencia del juicio a 12 civiles y 13 policías acusados de integrar la banda narco "Los Monos", cuyos cabecillas nunca fueron condenados hasta ahora, a pesar de considerarse que llevan al menos una década cometiendo ilícitos.

Los delitos que se les imputa no están vinculados al tráfico de estupefacientes, sino que son por asociación ilícita (22 de los acusados), homicidios (5 procesados) y encubrimiento, cohecho y violación de secreto en los casos de los miembros de fuerzas de seguridad.

En la previa del veredicto, la fiscal de Cámara de Rosario, María Eugenia Iribarren, calificó como "un precedente histórico" haber llevado a juicio "a una organización criminal de unas características que no estábamos acostumbrados" y consideró que "existen elementos para una sentencia condenatoria" para los imputados. 

Alegatos

Durante los alegatos, los fiscales del caso, Luis Schiappa Pietra y Gonzalo Fernández Bussy, solicitaron penas altas para los sindicados como cabecillas de "Los Monos".En ese sentido, pidieron 41 años de prisión para Ramón Ezequiel Machuca (35), alias "Monchi Cantero"; 26 para Ariel Máximo "Guille" Cantero (29) y 10 para su padre y antiguo líder de la banda, Ariel "Viejo" Cantero (52). 

Machuca está acusado como instigador de cuatro homicidios: el de una adolescente baleada en una vivienda cuya parte delantera funcionaba como búnker ?y competía con uno de la banda? y por un triple homicidio ocurrido dos días después del asesinato de Claudio "Pájaro" Cantero (29), uno de los líderes del grupo.

Para los fiscales, el asesinato del "Pájaro" llevó al núcleo duro de la banda a un raid de venganza que en pocas horas produjo cuatro homicidios.

"Guille" Cantero, considerado como otro de los jefes de la organización criminal, está acusado como autor del crimen de Diego "Tarta" Demarre (34), dueño del boliche donde fue asesinado su hermano "Pájaro". 

Por su parte, los abogados defensores pidieron la absolución de sus clientes al considerar "nulas" las escuchas telefónicas ordenadas por el juez que instruyó la causa, Juan Carlos Vienna, además se sostener que "no existen pruebas" que impliquen a sus asistidos.