Dos policías fueron imputados por la persecución de una camioneta durante la madrugada del lunes que terminó con un joven de 18 años baleado en el cuello y actualmente internado en el Hospital de Urgencias, con pronóstico reservado.

El herido, Facundo Pastor Brandán (18), viajaba como acompañante de un adolescente de 16 años en una camioneta Ford Ranger negra que evitó un control policial en avenida Sagrada Familia, alrededor de las 2 de la madrugada del lunes, desde donde se desató una larga persecución que culminó a las 6 en la reserva San Martín.

No está claro qué pasó en el transcurso de esas cuatro horas, hasta que se produjo el grave desenlace.

La fiscal de feria Milagros Gorgas informó a La Voz que imputó a los policías por "lesiones graves agravadas por abuso de la función policial, a su vez agravadas por el uso de arma de fuego".

Los padres del joven herido aseguran que la camioneta fue "acribillada", lo cual fue negado por la Policía. En la camioneta no se hallaron armas ni drogas.

Este miércoles, cuando termine la feria, una nueva fiscalía quedará a cargo de la causa y, se espera, ordenará una serie de peritajes para obtener más detalles de lo ocurrido.

No está claro aún cuándo y cómo Facundo Brandán terminó con el tiro en el cuello. Ninguna autoridad policial quiso hablar en público de lo ocurrido.

“¡Al chico le dispararon cuando se bajó de la 4x4! ¡Le tiraron a que­marropa! ¿Cómo van a hacer eso los policías? ¡Están locos! ¿Y si hubieran sido ladrones que llevaban a un rehén?”, se quejó Sergio López, allegado a la familia del herido.

El joven respira con asistencia mecánica y este martes será evaluada su situación nuevamente.

Desde la Policía aseguran que los jóvenes se trasladaban por la ciudad a altísima velocidad.

Fuente: La Voz del Interior