Una buena cantidad de testimonios se escucharon entre el pasado miércoles y jueves en el juicio por la muerte de Maximiliano Ribotta, ocurrida el 17 de enero de 2011. Recién el próximo miércoles se leerán los alegatos y podría haber sentencia.

La muerte de Ribotta fue desencadenada por una pelea entre dos bandas, una perteneciente a barrio La Milka (La Guachada) y otra a barrio Parque. A lo largo de las primeras dos jornadas, los testigos no supieron justificar los motivos de la pelea.

Por otra parte, todavía flota en el aire la duda sobre a quién iba dirigido el disparo que impactó sobre la víctima.

En primera persona

Leandro Salinas, quien iba esa noche con Ribotta arriba de la moto, dijo que existía rivalidad entre las dos bandas y que ese mismo día del crimen, por la tarde, hubo una pelea donde se impartieron insultos y se tiraron piedras. Sobre esa noche comentó que cuando circulaban por 25 de Mayo, antes de llegar a Urquiza, desde un auto donde viajaba Brian Villarreal –principal acusado- les dispararon.

El testigo además aseguró que Ribotta se juntaba menos con los amigos porque estaba de novio y que no estuvo esa tarde del enfrentamiento.

Otra vez roces

El día jueves les tocó declarar a integrantes de las dos bandas y en el inicio de la audiencia se vivieron momentos de tensión en la sala de testigos por lo que la Policía debió intervenir y separar a ambos grupos.

Uno debía morir esa noche

Es lo que indicó la madre de uno de los amigos de Maxi, de apellido González. La mujer dijo que los chicos se juntaron esa noche en su casa y que luego llegó la víctima, quien les mostró la moto que se había comprado.

La testigo comentó que ninguno de los chicos quiso acompañar a Ribotta a dar una vuelta al centro porque tenían miedo. Sucede que luego del enfrentamiento de la tarde los jóvenes habrían comentado que uno de “la Guachada” tenía que morir esa noche.

La duda

En la sala quedó flotando la duda sobre a quién iba dirigido el disparo. Esto teniendo en cuenta que Ribotta hacía rato que no se juntaba con los amigos y que esa tarde del enfrentamiento no estuvo. Un dato importante que se conoció en la sala es que a Salinas, quien acompañaba a Maxi esa noche, le dirían el “Guacho”. ¿Habrá sido el líder de la Guachada? ¿Le habrán querido tirar por eso?

Condena

Fuentes consultadas indicaron que será difícil acreditar si se trató de un homicidio calificado, cuya pena sería mayor. Sí un homicidio doblemente agravado por el uso de armas y la presencia de menores. De comprobarse esto último, la pena para Villarreal, quien efectuó el disparado, sería de entre 14 y 35 años de prisión.

Los otros imputados son los acompañantes de Villarreal esa noche: Miguel Castro y Leonardo Guzmán, que en aquel momento eran menores de edad.