Brinkmann: el fiscal agravó las imputaciones contra los tres implicados en el crimen de Aralí
Tras el análisis de los entrecruzamientos de llamados cambió la situación procesal de la madre de la víctima, el padrastro y un amigo. Además, se conocieron los antecedentes entre el presunto asesino y la madre de la niña.
El fiscal Oscar Gieco agravó las imputaciones contra los tres adultos implicados en la muerte Aralí, la niña presuntamente asesinada en la localidad de Brinkmann.
Según información judicial, el funcionario judicial analizó los entrecruzamientos de llamadas entre Matías Ezequiel Simeone, padrastro de la víctima; su amigo, Cristian Hernán Varela; y la mamá de la niña Rocío Milagros Rauch.
Los tres estaban acusados por homicidio simple, la mujer como partícipe por omisión de cuidados. Sin embargo el análisis del entrecruzamiento de llamadas hizo que el fiscal agravará las imputaciones a homicidio calificado por el vínculo cuya escala penal incluye la cadena perpetua.
De acuerdo a la investigación, la muerte de la pequeña ocurrió el sábado 2 de septiembre a la madrugada y los autores habrían prendido fuego la casa para encubrirlo.
La madre no se encontraba en la vivienda, porque había viajado, pero el fiscal la acusa de ser partícipe necesario de homicidio calificado por el vínculo por omisión en la protección de su hija.
Los tres acusados por Gieco se encuentran presos de forma preventiva en el Cárcel de Bouwer. Se espera que los convoquen a indagatoria en los próximos días.
Antecedentes
El 7 de septiembre del año pasado la Cámara del Crimen de San Francisco condenó a Ezequiel Matías Simeone a dos años y tres meses de prisión condicional por amenazas, tenencia ilegal de arma de fuego, desobediencia a una orden judicial, encubrimiento, violación de domicilio, lesiones leves calificadas y daño.
El fallo es público. Y tan sólo con leerlo se advierte en custodia de quién estaba Aralí y sus hermanitos.
El 10 de julio del 2018 allanaron la casa de Simeone y secuestraron armas de fuego.
El 31 de julio del 2018 Simeone interceptó a Rauch en la calle cuando tenía prohibido acercarse a ella.
El 20 de agosto de 2018 Simeone y Rauch pasaron la noche en un hotel cuando ambos tenían orden de no acercarse entre sí.
El 7 de julio del 2020 en la vereda de su casa, atacó a su pareja, Rocío Milagros Rauch. La pateó en el vientre, la tiró al suelo e intentó ahorcarla con las manos, sin llegar a lesionarla.
El 5 de septiembre de 2022 Simeone fue a la casa de su pareja. Como no le abría la puerta, subió al techo e ingresó a la casa y la golpeó en el rostro causándole heridas.
El 10 de octubre ambos se apersonaron en la casa de la suegra. Rauch rompió un vidrio de la puerta y gritó: “te dije que ya te la tenía jurada, me dijo que te iba a prender fuego la casa”, refiriendo una amenaza de Simeone.
Tras la condena, intervinieron el Patronato de Liberados -depende del Ministerio de Justicia- y el Juzgado de Ejecución Penal. Ambos debían analizar si el condenado cumplía con las condiciones fijadas por la Cámara. Entre otras cosas, le ordenó hacer un curso para superar el cuadro de violencia hacia las mujeres.
Medidas preventivas
Según publica el portal Perfil Córdoba, el 9 de julio del 2018, el juez de Paz Jorge González con asiento en La Paquita ordenó la prohibición de acercamiento entre Simeone y Rauch.
La jueza de Fuero Múltiple de Morteros ratificó la orden el 23 de julio y fijó que se extendía por 90 días.
El 5 de septiembre del 2022, la jueza de Paz de Brinkmann, Yanina Córdoba, volvió a dictar otra medida para evitar el acercamiento entre ambos. Esa decisión tuvo su ratificación judicial dos días después.
El intendente de Brinkmann, Mauricio Actis, relató que la Uder de Senaf fue la primera en intervenir a pedido de los equipos del municipio, por la denuncia de un vecino que vio la soledad y vulnerabilidad de los niños.
Por entonces, la madre ya estaba sumida en el consumo problemático de drogas que afectan su salud.
“La intervención fue inmediata y permanente” dijo Actis.
Todos estos organismos judiciales actuaron y sus intervenciones fueron alertas muy precisas, pero no impidieron el peor final para Aralí.
Independientemente de la investigación penal que lleva adelante el fiscal Gieco, la Senaf ordenó una investigación administrativa para analizar la intervención de los equipos técnicos en este caso.