Una jueza de San Isidro en Buenos Aires, homologó un régimen de visitas para dos perros de una pareja que decidió terminar la relación, al considerar que las mascotas son seres sensibles y estarán afectados por la separación de sus dueños.

El caso se presentó cuando la pareja se acercó al juzgado de familia número 6 a cargo de Diana Sica manifestando que no habían tenido hijos pero que si habían adquirido dos perros durante su convivencia, Popeye, un labrador negro, y Kiara, de raza mestiza.

En el escrito propusieron que Popeye quede al cuidado de la mujer y Kiara permanezca con el hombre.

A su vez, plantearon un “régimen de comunicación” (visitas) para los mismos, que sería “amplio y reciproco para estar con Popeye y Kiara, los días y horarios serán manejados con flexibilidad por ambos cónyuges, de acuerdo a las obligaciones o compromisos de cada uno”.

El abogado que representaba a la expareja aclaró que se trata de una “familia multiespecie”, integrada por personas humanas y no humanas, y pidió a la jueza que homologue el acuerdo, publica Actualidad Judicial Online.

La jueza entendió “que, si bien nuestro sistema legal aún no ha avanzado de manera tal que pueda prever y/o regular en qué situación quedarán, luego del quiebre de la unión, aquellos miembros que también integran la familia y se han incorporado a ella -para el caso dos perros; Popeye y Kiara-, esto importa una realidad que no puede ser negada”.

“Es sabido que los animales, en especial los domésticos, son seres sensibles, que sienten, que extrañan, que se regocijan, que sufren y que adquieren costumbres, por lo que resulta indudable que el cambió que producirá la separación de los cónyuges, los afectará también y serán sus dueños entonces, quienes se encuentren en mejor posición, para velar por sus intereses”, destacó la jueza de San Isidro.

Con esos argumentos, homologó el acuerdo.