La presidenta Cristina Fernandez de Kirchner utilizó para cerrar su último discurso ante la Asamblea Legislativa una frase con la que ensayó un balance de su gestión y a través de la cual dejó abierto un desafío para quienes aspiran a sucederla: "Yo no dejo un país cómodo para los dirigentes, dejo un país cómodo para la gente. Va a ser muy incómodo si piensan recortar derechos".
La mandataria arribó a esa reflexión tras un mensaje de 3 horas y 40 minutos con el que dejó inaugurado el 133 período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, en el que repasó los alcances de su gestión al frente del Gobierno y elaboró una radiografía del modelo de país que dejará cuando ceda la Presidencia el próximo 10 de diciembre.Al referirse a "los que quieren cambiar", la mandataria pidió que quienes aspiran a ocupar el sillón presidencial evidencien qué piensan hacer con políticas impulsadas por su gobierno como la recuperación por parte del Estado de empresas como Aerolíneas Argentinas e YPF o, en otro ámbito, la sistematización de las negociaciones paritarias, todos temas abordados.

Economía 

En sus primeras afirmaciones, la mandataria se refirió a un documento internacional que sostiene que "la Argentina es el único país que ha descendido su deuda externa en forma negativa en el mundo", tras lo cual remató: "Hemos desendeudado definitivamente a la República Argentina".

En ese pasaje del discurso destacó que Argentina había logrado sortear la crisis económica y financiera mundial y que, gracias a lo que definió como "el modelo", este país recibió felicitaciones de distintos organismos internacionales por el desarrollo de políticas con el foco puesto en la inclusión social y por lograr el sostenimiento, cuando no el crecimiento, de los niveles de empleo.

Amia

"Hablo de la AMIA desde 1994, no necesito carteles para hablar. Han pasado 21 años y no tenemos ningún condenado. Yo puedo ir al frente con carteles de la AMIA. Hay un presidente de la DAIA, Ruben Beraja, que está procesado (por encubrir)", enfatizó la mandataria. Dentro del recinto, los legisladores del Frente para la Victoria la aplaudieron. En la calle, los militantes comenzaron a cantar.

La Presidenta opinó que no se puede hablar de los atentados contra la Embajada de Israel y contra la AMIA sin analizar los contextos locales e internacionales en los que ocurrieron, reclamó que se sepa en qué estado está la investigación del atentado contra la embajada que lleva adelante la Corte Suprema y se refirió a la denuncia en su contra por el presunto delito de encubrimiento que presentó el fallecido fiscal Alberto Nisman.

Lamentó la muerte del hombre que conducía la fiscalía especial que investiga el atentado contra la AMIA, defendió el Memorándum de Entendimiento con Irán como herramienta para tomar declaración a los acusados y exigió a los a todos los actores políticos "que no utilicen la causa AMIA". "Pidan justicia en serio, lo que ha pasado es bochornoso", se quejó.