El bulevar Roca y su intersección con las calles España, Colón y Mitre tienen algo en común: la basura acumulada en cada punta del cantero central. Lo mismo ocurre en bulevar Sáenz Peña en la esquina con Fleming, por ejemplo. Se trata de lugares donde vecinos, de la zona o no, llevan residuos domiciliarios e inertes, cajas, cartones y lo que se le pueda ocurrir.

La situación no es nueva, sin embargo el problema perdura y no encuentra solución. Vecinos de ese sector del barrio Roca sostienen que quienes dejan apilada basura en estas esquinas lo hacen en horas de la madrugada, cuando el movimiento es nulo. “He visto un par de veces a un hombre canoso que viene en bicicleta a dejar bolsas en el cantero, es de acá de la zona”, asegura una vecina, aunque agrega que nunca le dijo nada.

Los vecinos afirman –además- que el problema no es el amontonamiento de bolsas, sino la rotura que genera el desparramo de desechos en la calle.

Programa de recolección

La Secretaría de Servicios Públicos del municipio viene levantando en los últimos años un promedio de 400 toneladas de basura diseminada en distintos sectores de la ciudad. La mitad son inertes. Teniendo en cuenta esto último se decidió ampliar el servicio que presta la empresa Ashira para sumar dos días más por semana para levantar restos de poda, entre otros desechos similares, en cada barrio. El problema es que no se respeta porque el vecino suele sacar este tipo de basura sin antes consultar qué día pasa el camión recolector.

La otra cuestión es que junto con los inertes se suele dejar residuos orgánicos que con el correr de las horas se descomponen, generando suciedad y mal olor.

Por ejemplo, en barrio Roca el camión de inertes pasa lunes y jueves, pero tanto el martes como el miércoles de esta semana los canteros estuvieron repletos de bolsas.

Contendedores, un fracaso

En noviembre del año pasado, la Municipalidad colocó una serie de cestos contenedores de residuos en distintos puntos de la ciudad a los fines de evitar la proliferación de minibasurales. Pero la idea fracasó, según reconoció Néstor Gómez, secretario de Servicios Públicos.

Los contenedores se ubicaron entre otros sitios en calle López y Planes y Caseros, en el barrio Roque Sáenz Peña; en avenida Caseros esquina Rioja; en barrio 9 de Septiembre y también en avenida 9 de Septiembre a la altura del ferrocarril, en barrio La Milka. Estaban destinados a inertes y todo tipo de basura resultado de una limpieza general de una casa, por ejemplo sillas viejas o rotas u otros artículos del hogar en desuso.

Según Gómez “no dio resultado porque los vecinos tiraron residuos domiciliarios, que se terminan pudriendo, y no era la idea”.

Pese a ello, los contenedores siguieron viéndose en algunos sectores y siguieron desbordándose de basura de todo tipo.


Minibasurales conocidos

Pje. Cornaglia, la calle que desemboca en la terminal de ómnibus y que está en el medio de los bulevares 9 de Julio y 25 de Mayo.

Calle Roma, camino a avenida Maipú.

Calle Caseros esquina Antártida Argentina.

Calle Avellaneda, pasando 9 de Septiembre.

Av. Güemes.

Av. Las Malvinas, a unos cien metros del camino interprovincial.

Calle López y Planes, barrio Roque Sáenz Peña.

Calle Asunción, entre barrio 20 de Junio y el loteo Magdalena.

103

El reclamo de inertes y basura en la vía pública encabeza el ranking de llamados de vecinos al número de teléfono 103, donde se pueden realizar quejas y consultas.