María Eugenia Ferreyra (41) es una joven bailarina, directora de la Escuela Municipal de Danzas Árabes desde 2009 y de la Academia Integral de Danzas FEM desde 1994 y representante de la colectividad siriolibanesa en eventos públicos, que hace unos meses se concedió la posibilidad de conocer Egipto, a donde llegó para capacitarse en su profesión.

La bailarina explicó que el viaje “surgió a raíz de una búsqueda interior, que tuvo que ver con la cultura, el modo de vida, y a lo que me dedico, que son las danzas, entre ellas la árabe. Llegué por una invitación de mi maestro Amir Taleb de Buenos Aires. Mi decisión fue instantánea, me enteré y no lo dudé, es un viaje que tenía planeado pero nunca imaginé que iba a ser tan pronto”.

“Nos tocó salir de viaje el día después del atentado en Estambul. Tuvimos demoras de casi medio día en los aeropuertos. Fue crítico más que todo para los familiares y conocidos que se quedaron acá”, contó.

Sus vivencias

“Los primeros días fuimos al evento de Randa Kamel, que es un seminario de cinco días con distintos maestros del mundo. Los más importantes para mí eran los maestros de Egipto, de donde uno toma la raíz. Como ellos vienen una vez al año a Argentina, a los dos maestros que tuve en El Cairo los conocía de haber ido a eventos en mi país. Fue muy familiar, me llevé esa sorpresa”, aseguró.

Vacaciones en la tierra de los faraones

Asimismo explicó que luego de las capacitaciones, que eran durante el día, venían las galas por la noche: “Las bailarinas que íbamos con el maestro Amir teníamos la posibilidad de bailar en las galas en un hotel cinco estrellas que queda a una hora de El Cairo. Y una de las noches me anoté para bailar con la orquesta de Randa Kamel con músico y cantante en vivo”.

Sobre las diferencias culturales, afirmó que se sorprendió con “el trato con la mujer. Allá las mujeres están tapadas, con túnicas negras, mientras que los hombres se visten como los occidentales. Por el contrario, al extranjero en general lo atienden muy bien. Sí nos recomendaban que no usemos musculosas y que no mostremos las piernas”.

Vacaciones en la tierra de los faraones

Además, contó que “ellos rezan cinco veces al día, llaman a todos los ciudadanos por altoparlantes que están en las mezquitas. Están todos conectados en el mismo horario, hay alguien que canta en vivo, haciendo el llamado al rezo. Escuchar eso cuando amanece y cuando baja el sol fue muy fuerte. Dejan de trabajar para ir a rezar”.

La bailarina agregó que "otra experiencia fueron los cuatro días en el Nilo. Un río muy clamo. Despertar, ver el amanecer, hay cosas que no se pueden explicar.

Asimismo, quedó impactada con la visita al museo de Umm Kulthum, una cantante famosa de Egipto ya fallecida: "En Buenos Aires, en las clases, nos ponen sus temas, que es música clásica árabe para practicar y para lograr el famoso tarab, que es un estado de éxtasis bailando, conectando con la música y los músicos. El hecho de estar en su museo, entrar a un bar y escuchar a una cantante de la zona hacer sus temas, y como nos vieron turistas que nos saquen a bailar, fue otra experiencia maravillosa".

Vacaciones en la tierra de los faraones

Por último, acerca del objetivo del viaje, la bailarina comentó que “la idea es transmitir la cultura a mis alumnas, a mis maestras, a los colegas”.