La participación de José Blangino a bordo de un Rastrojero en el Rally Dakar 2017 ha causado revuelo internacional. Es que el vehículo nacido en Córdoba en 1952 es un símbolo de las industrias cordobesa y nacional, y esta participación tocó el corazón de los nostálgicos, entre ellos, de varios grupos de “fanáticos del Rastrojero”, entre los que se encuentran dos propietarios sanfrancisqueños de estos históricos vehículos como Jorge Dovis y Gerardo Listello.

“Es algo muy lindo, muy emocionante saber que un vehículo de industria nacional como el rastrojero esté compitiendo con los monstruos de las automotrices internacionales, sin dudas es un elogio para la automotriz argentina”, expresa Dovis en una charla con El Periódico.

Por su parte, Gerardo Listello, sostiene que le causó emoción ver al Rastrojero corriendo el Dakar: “Más que nada porque uno lo lleva en el alma, me crié arriba de un Rastrojero y verlo competir en un evento internacional de estas características realmente es algo que me llegó muy profundo”.

Mientras avanza la competencia, el “Rastro” de Blangino reúne a gran cantidad de fanáticos del histórico vehículo en cada lugar que pasa. “Sin dudas-insiste Dovis- que es un vehículo inédito que no se ha visto en otras competencias del Dakar y por eso llama tanto la atención, más allá que enciende el cariño de los que todavía conservamos estos vehículos”.

Lo prefieren clásico

Si bien a Dovis y Listello les gusta la versión del rastrojero de Blangino, ellos son partidarios de mantener la originalidad de la pick up, como en la época de sus abuelos.

“Con mi viejo-apunta Listello- siempre tratamos de mantener la originalidad del vehículo. Trato de mantenerlo como salió de fábrica, nunca me entusiasmó cambiarle la motorización, a pesar de que soy un tipo tuerca y me gusta la velocidad”.

Dovis no se considera amante de la velocidad aunque sí de los recorridos complicados como los que le tocaba transitar de chico en los campos de la zona.  

Los vehículos de ambos se tratan de dos rastrojeros Diesel del año 1962 con motor de 1.758 centímetros cúbicos y 42 caballos de potencia, que en la actualidad continúan conservando como nuevos.

A los dos sus rastrojeros los remiten a una época feliz de niñez en el campo, donde junto a sus padres y abuelos realizaban muchas tareas gracias al noble funcionamiento de aquellos vehículos.

Rescate a una F100

Entre las muchas anécdotas de Dovis para reflejar la generosidad y potencia de su Rastrojero, cuenta la vez que tuvo que rescatar a una pick up F100 que se había quedado empantanada en un camino rural. Con la fuerza de su “Rastro”, sacó a la Ford del barrio y lo dejó registrado en video.

El “rastrojo” que hace historia en el Dakar

Blangino contó que: "Hemos tratado de armar algo bien cordobés, que además de argentino sea cordobés. Compramos un Rastrojero en desuso, un vehículo modelo 66. A partir de ahí lo fuimos construyendo".

El Rastrojero tiene un motor Camaro V8 (de unos 300 CV) y, a diferencia de los principales equipos, tiene un equipamiento base: "No tiene aire, bueno, calefacción no le hace falta. No tiene nada, ni ventiladores. Es que el Dakar, para mí, es así, hay que sentirlo". Su objetivo es claro: completar el recorrido.

Sobre el Rastrojero: era una construcción de la Industria Aeronáutica Mecánica del Estado, en Córdoba. Fue un utilitario rústico utilizado para el transporte de hasta una tonelada, apto para el desplazamiento sobre tierra, barro y de regular desempeño sobre pavimento. Nació en 1952 y la última unidad se fabricó en 1979.

El Rastrojero del Dakar enciende el orgullo de fanáticos locales