Sábado 6 de agosto. El reloj marca las 19.40 y luego de tres llamados a distintos restaurantes y comedores de San Francisco buscando reservar una mesa para cuatro, del otro lado del teléfono a Gerardo le surge la misma respuesta: “Tengo todo lleno, te puedo guardar si querés para después de las 23”.

Tras abandonar la tarea de intentar hacer una reserva desde su casa, esperó la hora de la cena para salir a recorrer la ciudad a ver si “pescaba” alguna mesa donde sentarse con su familia. Luego de varios intentos, preguntando a mozos y encargados, la respuesta fue la misma: “No hay nada hasta más tarde”.

De tanto deambular, Gerardo consiguió lugar luego de que una pareja que había reservado previamente finalmente no asistió a una pizzería céntrica.

Esta situación, que pareciera no ser tan común en estos tiempos, viene dándose en la ciudad durante los últimos fines de semana: salones gastronómicos repletos y en algunos lugares gente esperando en las entradas con la vista fija al aguardo que alguna mesa se desocupe.

Sin dudas que esto no habla de un contexto económico y social ideal, no obstante reafirma que quienes tienen la posibilidad de salir a comer afuera el fin de semana no lo piensan dos veces.

La mirada desde el rubro

Algunos empresarios gastronómicos coinciden en que se trata de un efecto post pandemia y otros aseguran que por la crisis “nadie se quiere quedar con el peso en la mano y por eso salen a gastarlo”. En conclusión, el sector está teniendo una de las mejores temporadas de los últimos años.

Nicolás Martino, de Betos Lomos, con 11 años de experiencia en su local de 9 de Julio esquina Juan B. Justo, opinó: “En temporada de invierno siempre se trabajó bien, a salón completo los días sábados. Una de mis conclusiones es que en San Francisco, si bien hay muy buena oferta gastronómica, hay pocos lugares grandes cerrados. Pero más allá de eso, venimos de meses muy buenos”.  

“Los gastronómicos hoy en día estamos por un buen momento -destacó-. Si bien hay una crisis, la gente guarda unos pesos para salir, para disfrutar y pasar un buen momento; hoy en día tampoco es barato salir a comer, pero la crisis en San Francisco, por lo menos en la parte gastronómica no se ve reflejada”.

Para Martino, todavía “está esa cuestión que arrastramos de la pandemia que la gente quiere salir y la ciudad ha potenciado un poco más las salidas, hay eventos que se organizan y la mayoría es con mucha gente y eso ayuda al sector”.

“Fenómeno de viernes a domingos”

Para Germán Bella, gerente de Pizzería Colón, el fenómeno del salón lleno los fines de semana tiene la siguiente explicación: “Hace un tiempo que se viene dando, sobre todo después de la pandemia que la gente como que empezó a darle otro valor a las juntadas, a compartir las cosas con amigos; y por otro lado está el tema del proceso económico del país que en las crisis la gente no se guarda nada, lo que tiene arriba lo disfruta”.

Bella coincidió en que no se trata solamente de un fenómeno que se da en nuestra ciudad sino que se evidencia a nivel nacional.

Por otro lado, consideró: “En San Francisco no hay suficientes espacios como para atender a toda la gente que demanda mesas los fines de semana, entonces se generan estos ‘cuellos de botella’, y por eso a veces queda gente esperando o que deciden buscar lugar en otros locales”.

Y agregó: “Para nosotros es un fenómeno que se da viernes, sábados y domingos, con capacidad colmada del salón. Tenemos grupos de personas desayunando, grupos merendando o cenando, eso antes de la pandemia no se veía”.

Viernes y sábado, solo con reservas

Club Cantina El Tala, con su menú variado y abundante, atraviesa también una excelente temporada. A causa de ello, los fines de semana se trabaja a salón lleno aunque con reserva previa.

Adriana, a cargo del local, reflexionó: “Los viernes y sábados trabajamos a salón lleno, con reservas. Pasa que con esta crisis, si la gente tiene un pesito sale a disfrutarlo, porque ahora con la inflación para qué vas a tener guardada la plata”.

La mujer también destacó que su local también trabaja con buena cantidad de comensales los días de semana, ya que cuenta con varias peñas de amigos que desde el miércoles se reúnen para cenar en El Tala, incluso los domingos al mediodía.

Ante este panorama, la mujer se animó a augurar una buena temporada estival.

Ciudad evento

Consultado sobre este fenómeno, Jorge Borgognoni, consultor y encuestador privado, reveló que “si bien no hay datos concretos, sí nos atrevemos a manifestar que el de los locales gastronómicos llenos es un fenómeno que se mantiene desde hace varios meses”.   

“Tenemos diferentes variables a determinar -continuó-, ahora que la pandemia está en una etapa de meseta con tendencia a la baja, eso permitió mayor flexibilidad, menos casos y un menor miedo a compartir en términos personales”.

Por otro lado, prosiguió Borgognoni, la economía local y regional, sumado a la promoción por parte del municipio de instalar la marca ‘San Francisco, ciudad de eventos’, “hizo un impulso muy importante no solo del consumo local, sino también de los visitantes y que se ve reflejado en los niveles de facturación, concurrencia, ocupación de mesas y rotación de comensales. Con cualquiera de los propietarios gastronómicos que uno lo puede hablar y prácticamente todos coinciden en esta situación”.

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Una buena noticia

Los empresarios gastronómicos celebraron el anuncio del curso para la “Formación para Mozo y Camareras” que comenzará a dictarse este mes en San Francisco, ante la necesidad de personal calificado.

“Es una noticia muy buena porque la necesidad que hay de personal capacitado es alta por parte del sector -admitió Bella-. Era un tema que hace muchísimos años se venía estudiando y que es más que necesario que se lleve a cabo. Hay mucha oferta de trabajo y no se consigue, todo lo que se consigue es para capacitar en el negocio y esto va a aportar soluciones”. 

Del mismo modo, opinó Martino: “Lamentablemente es un tema complicado conseguir gente para trabajar con ganas y con cualquier otro colega que hablás todos están teniendo ese problema. Ojalá el curso sirva para que la gente vea que ahí hay una oferta de trabajo necesaria”.