Días atrás, varios grupos de investigadores de San Francisco fueron seleccionados por el Programa Jóvenes en Ciencia, impulsado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba, y apoyado por de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, universidades de la provincia de Córdoba y CONICET Córdoba, para recibir financiación para sus investigaciones en marcha.

Este programa viene a dar respuesta a la necesidad de fortalecer el sistema científico tecnológico promoviendo que más jóvenes se inserten en el mismo, sumando capacidades, habilidades y nuevos conocimientos. En este sentido, el Programa tiene por objeto motivar, impulsar y fortalecer la creación y consolidación de equipos de investigación liderados por jóvenes de hasta 35 años, quienes acompañados por tutores, generen conocimiento original y/o innovador con potencial para transferencia o aplicabilidad en la Provincia de Córdoba.

Entre los proyectos elegidos estuvo el del doctor Matías Raspo. Sin embargo, más allá de que su nombre figura por ser el director del proyecto, lo acompañan la Dra. María Belén Vignola, la Ing. Micaela Sanmartino y la Ing. Sofía Ruiz Miraglio. También, los estudiantes de Ing. Química Camila Sicardi, Melina Bertea y Agustín Sawczuk.

Todos son integrantes del grupo de investigación y desarrollo InProSus (Ingeniería en Procesos Sustentables) de UTN San Francisco que dirige la doctora Alfonsina Andreatta, quien en esta oportunidad ofició de tutora. Más allá de que los integrantes son más, para este en proyecto en particular sólo participaron los que cumplían los requisitos, entre ellos el de edad.

El proyecto

La iniciativa presentada, con algunas modificaciones, es el mismo que fue recientemente aprobado como proyecto de investigación y desarrollo en UTN y que se inició el 1 de abril pasado, por lo que la investigación se encuentra en un nivel 1 de lo que se conoce como maduración tecnológica. Finalizado el mismo, se espera llegar al nivel 3, dentro de los recursos disponibles.

El proyecto se llama “Estudios de bioactividad de extractos de cannabis sativa” y se enmarca en las leyes 27.350 y 27.669 que permiten la investigación en base a cannabis con fines médicos y científicos.

“Nos contactaron personas registrados en el REPROCANN (un registro de personas autorizadas a cultivar la planta de cannabis con fines medicinales, terapéuticos y/o paliativos del dolor) ajenas al ámbito científico tecnológico con la necesidad de caracterizar los propios productos que obtenían y evitar de este modo enviarlos a otro centro de investigación para su estudio. A partir de ahí; y dada las leyes actuales que permiten investigar en la Universidad pensamos en apostar a atender esta necesidad", comenzó Raspo, que destacó contar con cierta experiencia en el tema, ya que en el grupo se trabaja con recursos naturales desde sus orígenes y tienen experiencia en la extracción de los compuestos activos de plantas aromáticas.

Qué busca la investigación

 El CBD y el THC son los componentes más conocidos del cannabis. A grandes rasgos, el THC es el ingrediente psicoactivo, mientras que el CBD es el principio activo predominante al que se le adjudican todos los beneficios del cannabis medicinal.

La primera parte del proyecto estará centrada en el análisis de los productos disponibles en farmacias que contengan CBD o derivados para caracterizar las sustancias activas contenidas en los mismos y caracterizar sus propiedades antioxidantes y antibacteriales. La segunda parte, en tanto, se basará en la extracción de compuestos activos con efectos medicinales a partir de las flores de cannabis sativa, provistas por el INTA Córdoba (sujeto a disponibilidad), y en la optimización de los diferentes procesos de extracción.

Sobre la segunda etapa, agregó: “Se espera encontrar un producto de extracción optimizado que contenga alto rendimiento y alta calidad bactericida/antioxidante por aplicación de un proceso de extracción amigable con el medioambiente. Estos resultados permitirían un posterior desarrollo farmacéutico (finalizado el proyecto) que repercutiría en la salud y calidad de vida de personas con tratamiento médico con esta especie vegetal”.

El financiamiento

El grupo recibirá medio millón de pesos de financiamiento por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba que será utilizado en la compra de equipos e insumos, como reactivos y solventes, así como para la elaboración de análisis específicos.

“La idea es comprar algunos equipos, entre ellos un rotoevaporador. Además, trasladarnos o enviar análisis fuera de la ciudad hoy en día tiene un costo que impacta, también nos serviría para eso”, agregó el profesional.