Días atrás, un grupo de investigadores de San Francisco fueron seleccionados por el Programa Jóvenes en Ciencia, impulsado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba, y apoyado por de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, universidades de la provincia de Córdoba y CONICET Córdoba, para recibir financiación para sus investigaciones en marcha.

Este programa viene a dar respuesta a la necesidad de fortalecer el sistema científico tecnológico promoviendo que más jóvenes se inserten en el mismo, sumando capacidades, habilidades y nuevos conocimientos. En este sentido, el Programa tiene por objeto motivar, impulsar y fortalecer la creación y consolidación de equipos de investigación liderados por jóvenes de hasta 35 años, quienes acompañados por tutores, generen conocimiento original y/o innovador con potencial para transferencia o aplicabilidad en la Provincia de Córdoba.

Entre los seleccionados estuvo el ingeniero Marco Miretti. Más allá de que su nombre figura por ser el director del proyecto, lo acompañan Paula Olmedo, Federico Beck, Ibrahim Jaime y Santiago Previotto; y Fernando Daniele y Jessica Rosso.

Los primeros son integrantes del grupo de investigación y desarrollo AC&ES-RG - Applied Control & Embedded Systems - Research Group que dirige el Dr. Emanuel Bernardi, quien en esta oportunidad ofició de tutor. Los otros dos profesionales, en tanto, forman parte de otros grupos I+D. Más allá de que los integrantes son más, para este en proyecto en particular sólo participaron los que cumplían los requisitos, entre ellos el de edad.

El proyecto

El proyecto se llama “Ampliación y Mejora de Laboratorio remoto para la Experimentación en Sistemas de Control, Fundamentado en la Democratización de la Tecnología” y busca crear un prototipo de laboratorio remoto que pueda ser replicado de manera sencilla por cualquier institución que lo requiera para experimentar y/o hacer investigaciones dentro de algún área determinada.

Se entiende por laboratorio remoto una herramienta tecnológica, compuesta por software y hardware, que permite a las personas interesadas realizar, a través de internet, sus prácticas como si estuvieran en un laboratorio tradicional.

Así, logrando la instalación de este laboratorio remoto, se intenta además democratizar el acceso a la tecnología permitiendo el acceso al mismo desde cualquier lugar del mundo a través de una conexión a internet.

“Lo venimos trabajando hace mucho, tuvo muchos títulos porque al principio hicimos la base pero después lo fuimos escalando para que se pueda utilizar entre mayor cantidad de estudiantes y para que sea fácilmente replicable, para que otras universidades lo puedan aplicar de la misma forma”, explicó Miretti.

Seguidamente, agregó: “El proyecto de laboratorios remotos busca poder incrementar su nivel de madurez tecnológica y de manufactura, logrando que se pueda convertir en producto, es decir, que sea fabricable, y que cualquier persona pueda instalarlo y tener su laboratorio”.

Qué busca la investigación

En el marco de este proyecto, el equipo además intenta diversificar el laboratorio remoto, para que su alcance sea cada vez mayor.

“En un principio nosotros buscamos trabajar con las áreas que nos servían a nosotros. Pero la idea de nuestros laboratorios remotos, con esta financiación, es llevarlo a que sea lo más diverso posible y a que se pueda escalar, es decir, que una facultad pequeña lo pueda usar para pocos usuarios y que una facultad más grande lo pueda usar para muchos usuarios”, detalló el director.

Además, agregó que intentan que se pueda reproducir: “Queremos que con determinados componentes y determinados sistemas pueda ya funcionar, que sea sencillo utilizarlo”.

El proyecto está en un nivel 5 de madurez tecnológica e intenta llegar al nivel 7. “Ya está bastante maduro, nos falta simplificar las cosas. Hoy en día cualquier docente o programador podría crear un laboratorio remoto para su facultad. Eso buscamos, que haya una persona en una facultad que tenga ciertos conocimientos de programación y pueda generar el laboratorio remoto para su facultad y que después todos los usuarios, así no tengan ningún tipo de conocimiento, puedan entrar y hacer lo que necesiten”, apuntó.

Y añadió: “La idea es sacar esa barrera que puede generar el no tener conocimientos específicos, buscamos que ni siquiera se necesite mucho conocimiento de programación para instalarlo. Que sea algo sencillo, que venga empaquetado y que se pueda reproducir fácilmente”.

El financiamiento

El grupo recibirá medio millón de pesos de financiamiento por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba que será utilizado en la adquisición de materiales de laboratorio.

“Estamos viendo si nos conviene comprar materiales para el laboratorio remoto, o si comprar algún otro tipo de computadoras o un servidor porque hoy, por ejemplo, estamos usando las Raspberry Pi (ordenador de placa simple). Queremos ver si con otro equipo le podemos dar más funcionalidades por justamente tener más capacidad de cómputo”, sostuvo.

Y cerró: “Y también quizás algo de equipamiento que necesitemos para el desarrollo, como por ejemplo un osciloscopio, que puede quedar en el laboratorio para que el grupo siga desarrollando proyectos como este”, cerró.