El escándalo internacional que afecta a la automotriz Volkswagen preocupa a la delegación en esta provincia del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata). Es que el 90% de las cajas de la línea MQ250 que se fabrican en la planta que la empresa tiene aquí son para motores diésel, que son los de los vehículos que tuvieron problemas con el software alterado que controlaba la emisión de gases contaminantes.

Leonardo Almada, vocero local del Smata, afirmó a la nacion que ése es el frente que más los inquieta. "Hay incertidumbre porque no sabemos cómo puede terminar de resolverse la situación", definió el gremialista.

Entre los modelos que llevan el equipamiento se cuenta el Jetta (la última versión se llama Vento en la Argentina), que lleva la caja MQ250, de las que se producen unas 1400 unidades por día en Córdoba, donde trabajan unos 600 operarios. La autoparte se exporta, entre otros destinos, a México, donde se fabrica el vehículo.

 

Consultados por la nacion, en el área de Comunicaciones de la empresa señalaron que se están llevando adelante investigaciones y que el impacto que puede tener el caso en el país todavía no está dimensionado. "Y esto vale, en la Argentina, tanto para la planta cordobesa como para la de General Pacheco", agregaron. Las indefiniciones se relacionan con eventuales modificaciones en los planes globales de la compañía.

Las fuentes de Volkswagen en Buenos Aires reiteraron que, tal como fue especificado por la casa central en Alemania, se "está trabajando a toda velocidad para aclarar irregularidades" sobre el software utilizado en vehículos diésel. La crisis desatada determinó la renovación de las máximas autoridades y la puesta en marcha de "un plan exhaustivo de reacondicionamiento".

La compañía admitió que eran 11 millones los vehículos equipados con el software que adulteraba las mediciones de gases, incluyendo 5 millones con la marca VW, más unidades de Audi, Skoda y vehículos comerciales ligeros.

De las tres líneas de cajas instaladas en la planta cordobesa de San Carlos, la MQ250 es precisamente la que trabaja con más intensidad, ya que la recesión en Brasil golpea directamente a las MQ200 A y B, de las que exportan a ese destino alrededor del 80% de su producción.

"La magnitud del problema es lo que nos inquieta. No hay datos claros de qué pasará con la fabricación de esos vehículos, que son para los que trabajamos acá", explicó Almada.

La MQ 250, además de exportarse a México (donde integra vehículos que van a Estados Unidos), se vende a Alemania y, desde ese centro, a otros mercados de la Unión Europea. Hubo algunos embarques también a China, pero se discontinuaron por la desaceleración económica de ese país.

Volkswagen Córdoba arrancó este mes con cuatro días de suspensión de unos 350 operarios; el esquema se repetirá en noviembre y en diciembre, aunque la decisión final depende de cómo se presente el panorama en Brasil. El gremio estaba al tanto de este cronograma desde mediados de año y admite que la caída de las exportaciones hace insostenible el ritmo de producción que se venía dando. Aunque no hay cifras definitivas, la fuerte baja de la demanda brasileña implicaría que este año se produzcan unas 230.000 cajas menos en Córdoba.