Un millar de operarios de la planta de Renault en Santa Isabel permanecerán suspendidos toda la jornada de hoy, inclusive, como consecuencia del freno productivo aplicado por la automotriz bajo el argumento de que le faltan piezas para el ensamblaje de las unidades por un conflicto aduanero que lleva varios días en Brasil.

La medida, que comenzó ayer, fue anticipada en horas de la mañana por el Sindicato de Mecánicos (Smata) y confirmada más tarde por la compañía con sede corporativa en la Capital Federal, cuyos voceros aclararon que el parate no alcanza a toda la fábrica, ya que sectores como estampado y administración continúan operativos.

Una protesta en la aduana brasileña complicó a distintas automotrices, aunque sólo 
Renault suspendió la actividad. En el caso de Fiat, la terminal de Ferreyra está en pleno proceso de aumento en la producción de su modelo Novo Palio para exportarlo a Brasil. El objetivo es llegar a 650 vehículos por día en un plazo de una o dos semanas.

 

Renault explicó a través de sus voceros que la suspensión de los operarios –que cobrarán el 75 por ciento de sus haberes caídos– se extenderá sólo por dos días (martes y miércoles), en tanto volverá al ritmo habitual de producción mañana jueves.

La automotriz francesa indicó que los camiones con autopartes que deben llegar desde el vecino país estaban demorados por una medida de fuerza de los trabajadores de la Receita Federal de Brasil (la aduana brasileña), quienes trabajan a reglamento desde el 16 de julio pasado en reclamo de un incremento salarial del 15 al 20 por ciento.

A esa acción se había sumado en su momento un bloqueo de rutas concretado por el gremio de los transportistas, aunque esa medida quedó sin efecto la semana pasada.

Previendo las consecuencias de la combinación de ambos conflictos (el paro aduanero y la protesta de los camioneros), algunas automotrices montaron operativos de emergencia y trasladaron personal a la frontera para hacerse de las piezas necesarias.

En el caso de Fiat, la terminal había acumulado un abultado stock en los momentos de menor actividad registrados en los últimos meses. A los faltantes, como el caso de mazos de cable, los cubrió directamente por vía aérea. “Al turno de la tarde de ayer lo confirmamos recién a las 10 de la mañana, porque estábamos esperando un avión con piezas”, comentó un miembro de la industria de Ferrey­ra.

Otros sectores también resultaron afectados por los reclamos en Brasil. Es el caso de insumos sanitarios, agropecuarios y medicinales, los que por su delicadeza o urgencia obligaron a las autoridades a activar dispositivos de emergencia para sacar la mercadería de la aduana y posibilitar su traslado.