Palacio Tampieri: una restauración necesaria que revivirá parte de la historia local
El arquitecto Rafael Macchieraldo y el periodista e historiador Arturo Bienedell aguardan con ansias el comienzo de los trabajos en el emblemático palacio de San Francisco. En septiembre se había presentado un informe sobre las “patologías” del edificio y soluciones a llevar a cabo.
“Un monumento europeo en una ciudad americana”, supo definir al Palacio Tampieri el doctor Julio Fabry, ex secretario de gobierno municipal, en una reseña del libro “Conozcamos y Preservemos San Francisco”.
Y de esta manera lo ven y analizan dos reconocidos vecinos y referentes, uno en arquitectura, Rafael "Lino" Macchieraldo, y otro en historia local, como Arturo Bienedell. Ambos se mostraron conformes por el anuncio del intendente Damián Bernarte sobre el inminente llamado a licitación para las obras de restauración en el palacio, aunque dejaron en claro que dichos trabajos deberían haberse comenzado años atrás y que será un largo proceso.
La noticia sobre la primera etapa de restauración se realizó en los últimos días de septiembre tras la presentación de un informe pormenorizado de las “patologías” y el estado general del edificio realizado por los arquitectos Javier Correa, encargado en conservación, y Enrique Zanni, especialista en la patología estructural.
Algo de historia
Arturo Bienedell recordó que el imponente edificio nació como proyecto del empresario Ricardo Tampieri, deslumbrado por los palacios conocidos durante su niñez en Italia. Ya asentando en San Francisco y dueño de la imponente fábrica de fideos y galletitas, decidió construir la que sería una monumental casa de familia.
“El Palacio se comenzó a construir en el año 1930 y la familia comenzó a vivir ahí en 1933, cuando todavía ni siquiera estaba hecho el adoquinado que tiene ahora alrededor. Así que toda esa construcción estaba en el medio de un barrio, pero sin los canteros que ahora tiene en frente”, comentó.
Levantarlo tardó 14 meses y la obra diseñada por un arquitecto rosarino -de apellido De la Rúa- necesitó de 70 obreros. De estilo arquitectónico ecléctico en sus plantas posee un detalle que lo hace más icónico, ya que los materiales llegaron en barco desde Europa, dado que la ciudad natal del empresario era la italiana Bolonia.
“Fue casa de familia de los Tampieri hasta la muerte de los padres en 1953 -agregó Bienedell-, los dos murieron ese año, luego eso quedó prácticamente vacío porque ya los hijos se habían casado y se habían ido. Quedó a cargo de personal de servicio que estaba al cuidado y en el año 1961 se hizo un remate de todos los bienes que tenía el Palacio”.
Los descendientes de Ricardo Tampieri vendieron el enigmático edificio a la Municipalidad a cambio de 12 millones de pesos moneda nacional. De esta manera, en el año 1964 por disposición del intendente José Aldo Ferrero, la imponente residencia familiar se convirtió en la sede de gobierno local donde se montaron las distintas dependencias.
El uso del palacio no fue de la mano de las tareas de mantenimiento que necesitaba, por lo que su infraestructura se fue deteriorando.
En 2013, bajo la intendencia de Martín Llaryora se anunció que iba a ser refuncionalizado. Por este motivo las oficinas administrativas fueron siendo trasladadas gradualmente a otros ámbitos con el propósito de convertirlo en un Museo histórico.
“20 años atrasados”
Aunque se manifestó más que conforme con la decisión de restaurar el Palacio, el arquitecto Macchieraldo indicó que dichas tareas deberían haberse iniciado décadas atrás.
“Estamos atrasados en ese sentido, haría 25 y hasta 30 años que se tendría que haber empezado a arreglar el Palacio. Cuando tuvimos el problema de las napas freáticas que se inundó el subsuelo, evidentemente toda esa agua que se sacaba contenía elementos orgánicos que hacen a la consistencia del terreno”, apuntó el reconocido arquitecto.
“Todo ese tiempo -continuó-, con bombas sacando aguas del subsuelo fue todo un tiempo negativo para la construcción. Eso hizo que aparezcan dos fisuras grandes, una inmediatamente después del dormitorio -sobre calle Echeverría- y hay otras rajaduras que son elementos que hay que arreglar. Pero para poder hacer eso primero hay que arreglar el asentamiento del edificio, porque si se arregla una fisura y el edificio sigue bajando no va a servir de nada”.
Para Macchieraldo resulta fundamental estabilizar el terreno y en ese sentido remarcó que “el edificio tiene la ventaja que está despegado de otras construcciones, eso permitirá hacer un pilotaje para asentar todo. Esa fue la propuesta de los arquitectos especialistas y me parece muy correcto”.
Aprecio especial
Tanto Macchieraldo como Bienedell colaboraron activamente con el estudio de arquitectos que analizó el estado general del palacio. Ambos manifestaron su cariño y aprecio especial por el emblemático edificio que representa a la ciudad.
Al respecto, Macchieraldo reveló: “Cómo no vas a querer una obra como esta, nosotros vamos a Europa y quedamos extasiados cuando vemos las grandes obras de arquitectura que tienen y aquí tenemos una y no le damos bolilla, eso es inconcebible. Como este palacio solo hay dos en la provincia de Córdoba -el otro sería el Palacio Ferreyra-, hay también construcciones muy valiosas, muy modernas, pero que tengan el estilo y la jerarquía del nuestro no hay”.
Por su parte, Bienedell indicó: “Uno se congratula por el hecho que la Municipalidad haya decidido poner en marcha la recuperación del edificio en un proceso que va a ser muy largo, muy delicado y en el que va a intervenir personal especializado en la materia”.
Futuro Museo
Bienedell recordó que en 2015, la Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico había firmado un convenio con el intendente Martín Llaryora para que cuando el edificio fuese recuperado, la entidad lo gestione como Museo Histórico.
“En su momento -señaló el periodista- se preparará un proyecto para trabajar en el edificio y abordar dos corrientes: una es la historia de la familia Tamperi como propietaria del Palacio, que eso va a servir para hablar también sobre la industrialización en San Francisco por un lado, o sea el Palacio como casa de familia. Y por otro lado, el mismo edificio como sede del Gobierno de la ciudad durante muchos años y que dará el pie para hablar sobre los movimientos políticos en la ciudad”.
A su vez, agregó que “también estuvo siempre la idea de que va a tener espacios para recepción de autoridades, de visitas destacadas y muchas cosas que tienen que definirse en momento en que se habilite y obviamente con las autoridades políticas que se encuentren frente al municipio”.
Último informe
- En relación al informe presentado por el estudio de arquitectos: “La intervención que se propone consta de dos grandes etapas, uno que es estabilizar estructuralmente al edificio para eso se va a realizar un racalce de cimentaciones por pilotes. Esa primera etapa está destinada a estabilizar el edificio y que cesen los asentamientos que son los que originan las grietas”.
- La obra prevé una inversión inicial de 225 millones de pesos.
- “Una segunda etapa consiste propiamente en trabajar en la restauración del palacio y en ese sentido se va a comenzar a completar todo lo que es la parte estructural que es la costura de todos los muros del edificio”, habían expresado los arquitectos Correa y Zanni.