En la región lo bautizaron el “Recitador Criollo”, sin embargo en nuestra ciudad no muchos saben que Pablo Guevara (36) se dedica al folklore desde pequeño y a un género en vías de extinción: el recitado. “Uno hace patria en tierra ajena”, comenta entre sonrisas.

Este arte poético se caracteriza por el sentimentalismo y el tono melodramático. “Para que le llegue a la gente uno realmente tiene que sentir lo que recita”, asegura Guevara. Hace más de 10 años que el artista se dedica a este género y cuenta que tiene en su memoria unos 48 recitados.

El payador y el recitador

La payada trata de la improvisación de versos con acompañamiento de guitarra, generalmente relatan sucesos o sentimientos de la cotidianidad rural. Por su parte el recitado tiene vínculo con el arte teatral, ya que se desarrollan escenas y suele haber más de una voz, que el recitador debe interpretar.

El recitador se refiere a historias de vida o vivencias, ya sea gauchescas como cotidianas. recitado lo primordial es la voz y el verso en sí”, describe Pablo.

Su pasión nace de pequeño, de los 6 años, cuando su padre se juntaba a guitarrear con amigos y escuchaba a un personaje especial que le despertaba especial admiración. “Cuando ´Cacho´ Tissera recitaba El Malevo era algo que me tocaba de cerca y me hervía la sangre”, recuerda.

Padrino de lujo

En sus presentaciones lo acompañan dos guitarristas. Gracias al recitado ha recorrido el país y conocido a grandes artistas. Tal es así que Alberto Parisi, mejor conocido por su nombre artístico como El Pampa Oberá, lo nombró su ahijado artístico.

“En nuestro ambiente es como que Maradona te apadrine”, explica.

En el año 2002 gana un premio al mejor recitado en Baradero provincia de Buenos Aires donde tuve el agrado de conocer al cantor y compositor Argentino Luna. Guevara recuerda con particularidad emoción no el premio, sino una frase del ya fallecido artista que le dijo: “Ojalá que los locos como nosotros no se acaben en este mundo”. Desde entonces Pablo sigue recitando para que no se acaben.

El folklore en la ciudad

Según el recitador en nuestra ciudad existe un movimiento folklórico pero no muy fluido. “Veo que la gente a veces le cuesta acompañar y tenemos muy buenos folkloristas que no son reconocidos en nuestra ciudad. Uno hace patria en tierra ajena, siempre pasó así”, dice.