Nicolás Cayetano alertó sobre las apuestas online: "Para la familia es muy difícil darse cuenta"
El periodista habló con franqueza en la Feria del Libro de San Francisco sobre cómo sufrió su adicción a las apuestas y cómo superó la enfermedad. Dio algunos consejos y reflexionó sobre el bombardeo publicitario sobre apuestas online.
En una charla profundamente personal en la Feria del Libro de San Francisco, el periodista Nicolás Cayetano presentó su libro No va más, en el cual narra cómo transitó y superó su adicción a las apuestas. Durante la conversación, Cayetano abordó temas esenciales sobre la ludopatía, destacando el impacto de esta adicción en la vida cotidiana, las relaciones y el bienestar emocional. La charla contó con la moderación del periodista local Franco Cervera.
Cayetano comenzó señalando lo difícil que resulta para las familias detectar esta problemática debido a su carácter invisible: “Para tu familia es muy difícil darse cuenta. Y nunca hay que responsabilizarse por no haberse dado cuenta, pero sí estar encima, prestar atención y, por sobre todas las cosas, abrir un canal de diálogo”.
Subrayó que el juego es una adicción “muy silenciosa, que no se ve, entonces si no se ve no te pueden ayudar. Yo estoy acá dando una charla en contra de la ludopatía y vos no sabés si acabo de apostar. Nadie puede saber”.
Poco visible y falta de regulación
“Hay un combo muy peligroso que para mí la convierte en la adicción más peligrosa. Las adicciones son todas peligrosas, pero lo digo en el sentido de que pueden pasar muchos años sin que nadie lo vea, es la menos visible, más hoy con las apuestas virtuales, que no tenés que ir al casino”, añadió.
La charla avanzó sobre la necesidad de regular ciertos aspectos relacionados con el juego, especialmente en los jóvenes. “Hay bastante para legislar, para reducir el uso del celular en los colegios. Sé que en los recreos muchas veces se juntan apostadas entre los pibes porque les parece algo divertido. Y se cuentan las ganadas, nunca se cuentan las que perdieron, las que deben, eso lo esconden”, comentó.
Cayetano expresó su preocupación por los casos recientes de adolescentes endeudados: “Están saliendo notas de chicos de quince, catorce, dieciséis que cuentan ‘perdí tres millones de mis papás, diez millones, ocho millones’. No importa la cifra... lo importante es que los padres no se dan cuenta hasta que viene el resumen y se convierte en impagable”.
El periodista también profundizó en el impacto que la ludopatía tiene en la vida social y emocional del adicto, señalando que esta adicción transforma a las personas en una versión de sí mismas que no reconocen: “Yo por ahí no iba a los cumpleaños de mi familia, o me iba antes, o estaba presente físicamente, pero estaba pendiente del celular y del partido en el que había apostado... Es horrible para los demás, para tu familia que te ve de una manera que no era”.
A lo largo de su experiencia, sus familiares y amigos comenzaron a notar los cambios en su carácter, aunque desconocían el motivo exacto: “Me decían que yo había cambiado mi manera de ser, que me había vuelto más irascible, más reservado. Las apuestas me habían convertido en alguien que yo no era y que no me gustaba ser. Una vez que, por suerte, dejé ese mundo, volví a mi verdadera personalidad”.
Al abordar la adicción en sí misma, Cayetano aclaró que los ludópatas no apuestan para ganar dinero, sino para experimentar la adrenalina que el juego produce: “Los ludópatas no jugamos para ganar plata. A mí me ha pasado muchas veces de estar ganando una buena cifra y si yo hubiera ido a ganar plata, me hubiese ido a mi casa. Pero yo no fui a ganar plata, fui a apostar, a buscar esa adrenalina que me generaba el juego”. Explicó cómo, a diferencia de quienes juegan de forma recreativa, un adicto continúa apostando hasta que inevitablemente pierde.
Señales de alerta
Uno de los momentos más destacados fue cuando Cayetano habló sobre las señales a las que hay que prestar atención.
“Si vos el martes a la mañana te ponés a apostar el torneo de tenis de Portugal en medio del trabajo, es raro que no estés transitando algo. Si vos tenés cien mil pesos y apostás cinco mil es una cosa, si vos tenés cien mil pesos y apostás quinientos mil es otra cosa, te empezás a endeudar, no podés pagar, pedís plata prestada, te empiezan a pasar cosas porque debes plata y a sentirte mal, a bajar la autoestima”, detalló.
Y continuó: “Si vos dejás de ir a los lugares que frecuentabas, si empezás a faltar a los lugares que te hacen feliz, si dejás de cuidar el aseo personal o la forma de vestir, también son cosas a tener en cuenta”, señaló. Además, destacó cómo las mentiras y la necesidad de pedir dinero prestado son indicativos de que algo no está bien: “Somos buenos mentirosos, pero una persona que nunca pedía plata prestada y de golpe empieza a pedirla... bueno, prestá atención”.
Y reiteró que es fundamental abrir canales de diálogo. “Ahí es donde yo digo abrir un canal de diálogo, preguntar si le está pasando algo. '¿Me querés contar algo?' Hablar, lo que nosotros necesitamos es hablar y no nos animamos”, resumió.
Refiriéndose a la percepción social de las apuestas, Cayetano explicó cómo actualmente apostar se ha vuelto una actividad que incluso los jóvenes la consideran como ser parte del grupo o como una señal de astucia, mencionando que “el que apuesta es vivo y el que no se queda afuera, se juntan en grupo y cancherean con eso”. Frente a esta situación, criticó la falta de advertencias claras sobre los riesgos de esta adicción: “Lejos de ese mensaje de que es peligroso y te va a arruinar la vida, lo que hacemos como sociedad es ponerle al Dibu Martínez, campeón del mundo, diciéndole apostá. Y así nos vamos a ir a la B. Esto no va a terminar bien”.
Finalmente, Cayetano compartió su propio camino de recuperación, que incluyó el apoyo de una psicóloga, un psiquiatra y asistencia a reuniones de Jugadores Anónimos dos veces por semana durante más de un año. “Yo salí con una psicóloga, un psiquiatra que me medicó y fui a Jugadores Anónimos dos veces a la semana durante más de un año”, comentó.