Dos mujeres con dos nenitos menores a los dos años circulan en una sola moto por avenida Rosario de Santa Fe frente al Automóvil Club Argentino a una elevada velocidad y una de ellas lleva el casco colgado al brazo. Cuatro días atrás había perdido la vida en ese mismo lugar Agustín Bongiovanni, de 25 años, tras el choque con una camioneta Toyota Hilux el viernes 19 de enero.

Unos días antes, el 15 de enero, había fallecido en el Hospital Iturraspe Nicolás Martorell, otro joven de 19 años que también protagonizó un accidente en la esquina de las calles Salta y Lima, cuando iba como acompañante en una motocicleta que impactó contra un automóvil.

Poco cambió en este último lugar según los vecinos. Y así lo pudo comprobar El Periódico el pasado martes en el lugar, después de las 20: la gran mayoría de los que circulan en moto lo hacen sin casco y a una velocidad inquietante. A esto hay que sumarle que varios lo hacen contramano, ya sea por Salta como por Lima.

“Cualquier día voy a terminar con uno incrustado entre las rejas”, dice una vecina cuya casa da justo en la esquina de dicha intersección.

Los barrios periféricos, tierra de nadie

Las tragedias se repiten y poco cambia. Apenas el escenario, con casos fatales durante estos primeros días del 2018. Y la explicación está a la vista: alcanza con recorrer los barrios periféricos de la ciudad para darse cuenta que la gran mayoría de los motociclistas circula sin casco. En el centro, la situación no es muy diferente.

A esto hay que sumarle que rara vez se desarrollan los controles municipales en los sectores más alejados del centro de la ciudad.

Así, entre la falta de consciencia de los conductores al no cumplir con el casco obligatorio, más los pocos controles de tránsito en los sectores periféricos, se continúan apagando vidas jóvenes en la ciudad.

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La esquina de Salta y Lima

Un accidentado le cuesta 20 mil pesos por día al sistema de salud

La atención de pacientes por accidentes viales comprende el 70 por ciento de las internaciones que recibe la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Iturraspe.

Según el director del nosocomio, Valentín Vicente, el costo por día de internación rondaría los 20 mil pesos. Teniendo en cuenta que el promedio de permanencia de pacientes por politraumas es de 10 días, esto representa unos 200 mil pesos por cada accidente grave.

El servicio de Terapia Intensiva se lleva casi el 40 por ciento del presupuesto total del hospital. “Del total de las 10 camas, unas seis o siete están siempre ocupadas por personas que sufrieron accidentes en moto. La mayoría de ellos son jóvenes con graves traumatismos de cráneo por este tipo de accidente”, remarcó Vicente.

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Buscan retirar la licencia a los que no usen casco

El secretario de Gobierno municipal, Gustavo Piscitello, informó días atrás la iniciativa de remitir al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para agravar las sanciones para aquellos reincidentes en la infracción de no utilizar el casco: se evalúa retirar las licencias de conducir por un plazo que iría de tres a seis meses.

“Vemos que si bien ha mejorado la utilización del casco no se da en un porcentaje óptimo, dado que hay gente que pese a las campañas, a la concientización, sigue infringiendo la ley. Por eso vamos a elevar una propuesta al Concejo para agravar la sanción económica y para que, en los casos de reincidencia en la infracción de no utilizar el casco, se les suspenda la licencia de conducir en el ejido de la ciudad”, explicó Piscitello.

Tres faltas

La idea del funcionario es aplicar esta sanción en la segunda reincidencia del infractor. “En la primera multa por no llevar casco se entrega un vale por un casco y si bien la primera y la segunda reincidencia las hemos agravado, ahora surge la posibilidad de suspender la licencia”, continuó el secretario de Gobierno.

“Lamentablemente-agregó Piscitello- hubo que sufrir estas muertes absurdas, y digo absurdas porque con el casco las lesiones en la cabeza que son fatales serían leves. Eso no lo digo yo, sino estudios médicos. La educación la tenemos y la vamos a continuar, los controles los hacemos, ahora hay que ajustar el tema de las sanciones. Hay una parte de la población que lamentablemente ‘es hija del rigor’”.