Uno de los dolores más grandes que puede afrontar una persona es la pérdida de un hijo. Es difícil poner en palabras lo que ha sentido un papá o una mamá que lo ha sufrido. ¿Cómo se continúa, cómo se sigue? Para abordar este tema, Gabriel Pecile entrevistó en Mano a Mano (El Periódico TV, todos los lunes) a Negrita Acosta, que integra desde hace más de 20 años Renacer, el grupo que ayuda a las familias que pasan por esta situación.

"En el grupo se trabaja sobre eso, no echarse culpas. Ellos es como que dejaron un mensaje y se fueron, y nosotros tenemos que trabajar sobre eso. No es fácil, pero se puede. La persona tiene que querer salir. Hay que llevarlo, es una mochila muy pesada y nos puede tocar a cualquiera", explica Acosta en la charla.

"La partida de un hijo es lo más difícil que te puede pasar para un matrimonio, para una persona sola, para quien tenga un hijo es muy difícilMe llevó dos años y medio entender qué me pasaba", agrega Acosta, quien sufrió una pérdida y hace más de 20 años que acompaña a las familias en Renacer.

"Hay hermanos que están muy desesperados, porque ellos ven que sus padres se están muriendo del dolor. Y ellos sufren por su hermano con el que jugaban o hacían travesuras, ellos sufren también. Quizás peor que los padres. Y nosotros con el dolor, nos ponemos ciegos y no nos damos cuenta. Yo lo hice con Andrés, se lo di a la abuela y después me arrepentí y lo fui a buscar. Con 32 años, está con esa tristeza arriba. Le supe pedir perdón porque no me daba cuenta de lo que hacía", contó la mujer en otro pasaje de la charla.