Este miércoles 10 de abril se conmemoró el Día de la Ciencia y en ese marco la Dra. en Ingeniería Química, Alfonsina Andreatta, quien también es secretaria de Ciencia y Tecnología en la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional San Francisco, y cuenta con una vasta trayectoria en investigación, cuenta cómo es el trabajo que se realiza en la universidad y en la ciudad.

¿Cómo nace tu vocación por la ciencia?

Me gradué en 2002 como Ingeniera Química en la Universidad Tecnológica Nacional, San Francisco. Estuve un año sin poder encontrar ninguna salida laboral. Y me surgió la posibilidad de presentarme a una beca doctoral del CONICET en Bahía Blanca, en la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI). Y ahí después de cinco años me recibí de Dra. en Ingeniería Química. Hice una instancia posdoctoral en España y después me volví a UTN San Francisco para finalizar una instancia posdoctoral. A partir de ahí inicié mi carrera de investigadora tanto en la universidad como en CONICET. Es una vocación que siempre tuve.

¿Cuál es el lugar que tiene la ciencia en San Francisco?

El docente en la universidad tiene la posibilidad, primero, por su función, de hacer docencia. Y después como los antecedentes suman a la tarea de investigación, empieza a hacer tareas de investigación. En UTN San Francisco tenemos una categorización del docente investigador que va con un puntaje. La carrera del docente investigador tiene una amplia difusión y la mayoría de las personas que están haciendo investigación están categorizadas.

“En San Francisco las mujeres fuimos pioneras en investigación”

¿Qué se investiga en San Francisco?

En UTN San Francisco hay varias ingenierías, hay muchos docentes, todos ellos están realizando investigaciones en muchos ámbitos, por ejemplo, en Ingeniería Química en alimentos, en polímeros, en materiales bioactivos; en Ingeniería Electromecánica con paneles solares, consumo de energía; en Electrónica, en comunicaciones, redes; en Licenciatura en Administración Rural están trabajando con los suelos. En Sistemas de la Información trabajan con temas relacionados a la nube, comunicaciones, redes. Y ahora se abrió la carrera de Ingeniería Industrial. Es decir, hay mucho. Hoy hay 26 proyectos de investigación que son homologados y que tienen financiamiento de la universidad. Estos proyectos son de dos años, algunos de tres, y tienen como objetivo el inicio y el fin con resultados. Al inicio uno presenta todo su plan y al finalizar tiene que demostrar todos los resultados. La idea no es solo investigar dentro del cubículo, sino salir a la sociedad. Todos estos proyectos e investigaciones son más fructíferos cuando surgen de una necesidad, no solamente de una industria sino también de la sociedad. Cuando surge de alguna necesidad puntual, el proyecto es más entendido, tiene mejores resultados y es más logrado. Eso lo hemos visto y lo hemos comprobado.

¿Qué es lo máximo a lo que puede aspirar el investigador en nuestra ciudad?

Primero ser ingeniero, graduarse. Y después UTN otorga becas de doctorado. Es un estipendio económico que dura cinco años. El graduado se anota en una universidad que dé título de posgrado. Después de esos cinco años el graduado tiene la obligación de recibirse. Una vez que se recibe, tenemos el privilegio de que ese graduado se incorpore a la universidad con una dedicación exclusiva como docente investigador de 40 horas semanales.

¿Hay personas en San Francisco capacitadas para postularse como investigadores en Conicet?

En 2003 me postulé, también tenemos una compañera que se ha postulado años posteriores y el año pasado se han postulado dos personas que no han tenido éxito y una tercer persona que se iba a venir a trabajar a la UTN San Francisco en caso de que saliera, pero no tuvo éxito. Pero la carrera es una salida laboral, donde uno tiene la posibilidad de investigar y también hacer transferencia, docencia, hacer servicios a terceros con el medio y es una satisfacción muy linda, estoy orgullosa de ser miembro de UTN y de CONICET.

¿Qué rol ocupa la mujer en la ciencia?

Somos más mujeres que varones. En UTN San Francisco las mujeres fuimos las pioneras en este tema de investigación, por ejemplo en Ingeniería Química es una de las que pudo acreditar por seis años gracias a que teníamos docentes investigadoras y entonces eso hizo posible de que se vea toda esa trayectoria de investigación. Pero bueno, las mujeres fuimos pioneras y hoy somos muchas más mujeres que varones en la ciencia.

¿Dónde estamos hoy parados en investigación?

Claramente fuimos creciendo, no solamente a nivel de universidad sino en la sociedad. Cuando ingresé en 2003 no sabía qué era CONICET, no sabía qué era investigación, pero también me encontré con que mis compañeros tampoco sabían en ese momento qué era y a dónde iban. Era una situación muy desconocida. Con el paso de los años se aumentó la cantidad de becas, toda la difusión fue más grande, la necesidad ascendió porque empezó la acreditación de CONEAU que exigía docentes categorizados, becarios doctorales, exigía publicaciones en revistas científicas y si uno no tenía esa capacitación de doctorado no la podía conseguir fácilmente. Frente a esa necesidad de CONEAU también se vio reflejado que este auge de investigación tenía sí o sí que aumentar, tenía que crecer. Eso ayudó. Además surgieron los Programas de Mejoramiento de la Enseñanza en Ingeniería (PROMEI), una promoción a la ingeniería, y en eso se generaron dedicaciones exclusivas en todas las universidades. Eso fue en 2008 y con eso ingresé en UTN San Francisco. Y no sólo yo, sino también algunos otros docentes que entraron en ese programa. Después surgió el Proyecto de Mejoramiento  a las carreras de Informática (PROMINF), que fueron también dedicaciones exclusivas en Sistemas de la Información donde se incorporaron docentes, graduados en Sistemas de Información, para que tener cargas exclusivas en la facultad. Hoy podemos decir que la facultad cuenta con una vasta capacidad de docentes investigadores con dedicaciones exclusivas que realizan toda su tarea de investigación.