Las imágenes y todo lo acontecido en la Guerra de Malvinas no es lo único que permanece como huella inalterable en la mente de los veteranos. Muchos tienen todavía el crucifijo que les dieron el 1 de abril de 1982 previo al desenlace bélico, otro puñado también trajo de aquel lugar algo material que en sus sensaciones los transporta allí.

Un crucifijo, el pañuelo de cuello, la tierra que un amigo trajo, las tazas que lograron pasar la guardia inglesa son algunos de los objetos preciados de tres veteranos de San Francisco que viven momentos muy especiales en estos días en los que se conmemora el inicio del lamentable conflicto armado ideado por la dictadura militar y se recuerda a todos esos jóvenes que valientemente, con pocas armas y preparación, lucharon como pudieron para defender nuestra soberanía.

La historia y el significado que tienen estas cosas para Roberto Vergara, Juan Bassano y Hugo Franco los marcó en su vida de diferentes maneras. Sin embargo, hay algo que los une también: los tienen, los guardan, pero no suelen hablar de ellos. Malvinas los cambió para siempre, pero con mucha generosidad 41 años después contaron a El Periódico qué tesoros tienen de esa época.

La tierra de Malvinas que un amigo le trajo a Juan Bassano.
La tierra de Malvinas que un amigo le trajo a Juan Bassano.

Tierra

La casa de Juan tiene un quincho donde él ha colgado y resguarda varias cosas relacionadas con la guerra. Hay reconocimientos y diplomas, las chapas identificatorias que tenía como soldado, las cartas que envió y recibió junto con un crucifijo que les dieron antes de llegar a las Islas.

En ese rincón tan suyo hay algo que sobresale y es la tierra de Malvinas. “La trajo un compañero que viajó hace 10 años”, contó. La particularidad de ese recuerdo es que no es cualquier tierra: se trata de turba, un material orgánico, de color pardo oscuro y rico en carbono que abunda en dicho territorio.

“También tengo un pañuelo de cuello, enmarcado con una foto, eso junto con el crucifijo que nos dieron durante la guerra y las chapas identificatorias en caso de fallecimiento son lo que tengo y son recuerdos de aquellos días”, explicó.

Párrafo aparte merecen las cartas que él escribió a su familia estando en el conflicto bélico. Están dirigidas a su madre y a quien era su novia (hoy su esposa), fueron recibidas y tiene las contestaciones sobre los sentimientos que lo embargaban en aquel momento tan doloroso para la historia del país y de cada uno de los combatientes.

La identificación de soldado que tenía Hugo Franco.
La identificación de soldado que tenía Hugo Franco.

Tazas

Dos tazas. Eso trajo Hugo desde las Islas en 1982, objetos que podemos encontrar en muchas casas, pero jamás ninguno tendrá la significancia y el valor que le dieron para seguir viviendo a este hombre.

Son recipientes de distinto tamaño que estaban ahí y llamaron su atención. “Cuando fui a Malvinas era soltero, al año de volver me casé y tuve dos hijas. Después de varios años, hice una comparación de esas dos tazas que traje, una más grande y una más chica, como ellas y yo creo que con eso Dios me marcó un destino”, relató emocionado.

La vuelta de la guerra fue muy difícil para Hugo y asegura que esas tazas cuando se corporizaron en las hijas y agrandaron su familia le ayudaron a salir adelante. “Ese es un recuerdo que me quedará en mi corazón y mi vida, cuando me vaya de este mundo cada una tendrá una taza”, contó.

Las tazas son los objetos más preciados que tiene por el empuje que le dieron para seguir adelante después del conflicto, pero también guarda la chaquetilla, la campera que utilizó en aquellos gélidos tiempos. Todos los recuperó después de varios años porque al regresar de la guerra la vida se le hizo muy difícil de remontar y su familia optó por custodiárselos hasta que estuviera fuerte.

La foto donde se reconoció Vergara.
La foto donde se reconoció Vergara.

Verse en las redes

Con motivo del aniversario de Malvinas, en 2022 la agencia de noticias Télam había preparado un especial con fotografías de aquella época. Roberto observó una de ellas y creyó que uno de esos jóvenes era él, pero ¿cómo saberlo?

Él sabía que en varias ocasiones lo habían fotografiado, pero nunca reparó en qué pasó con todo eso ni imaginó verse reflejado. “Aunque pasaron 40 años uno se puede equivocar, pero creí que era yo en una”, dijo.

Para investigar si efectivamente era el joven de la foto, consultó al periodista Nicolás Kasanzew, el corresponsal de guerra que cubrió el conflicto de principio a fin, cuando en 2022 dio una charla en San Francisco. “El año pasado cuando vino yo tenía esa foto y le dije ‘me puede decir usted algo sobre esa foto’. Me dijo que era en el aeropuerto, creo que esperábamos que viniera Galtieri, estábamos sentados. Para mí fue una emoción muy grande poder mostrársela a mi familia”, contó casi con la voz quebrada.

Hoy esa foto la imprimió, tiene planeado encuadrarla y ponerla junto con diferentes medallas y reconocimientos que le han hecho como veterano. “Quiero dejárselo el día de mañana a mis hijos y mis nietos”, explicó.

Hugo también trajo un gorro de los marines ingleses.
Hugo también trajo un gorro de los marines ingleses.

Un momento por Malvinas

En algún momento de cada día los veteranos recuerdan a Malvinas, distintas circunstancias los siguen llevando a 1982. “Con la familia no tocamos casi este tema, están ahí las cosas - afirmó Bassano -. Los que fuimos a la guerra, todos los días en algún momento del día tenemos un espacio para recordar a Malvinas ya sea por el viento, la lluvia, el frío, y cuando entro al quincho siempre vienen a la memoria esos días”.

Franco, en cambio, en las fechas de aniversario se siente muy movilizado, un poco “apagado”, emocionado hasta las lágrimas, triste de a ratos. Piensa que pese a todo pudo volver y formar su familia, se lo recuerda cada vez que ve a sus hijas, a los nietos y a esas dos tazas.

Ellos dicen que no hablan mucho de este tema con sus familias, pero siempre están abiertos a relatarlo para la sociedad. Lo hacen en nombre de quienes no volvieron y siguen custodiando ese suelo argentino.