Malvinas: 35 años de una herida
Juan Alberto Bassano y Hugo Franco son dos veteranos de esta guerra. Con historias distintas y a 35 años del conflicto bélico, recuerdan sus experiencias.
El 2 de abril es una fecha muy movilizante para los argentinos. Más para personas como Juan Alberto Bassano y Hugo Franco, veteranos de guerra de Malvinas que vivieron en primera persona la lucha por defender la patria.
Bassano hizo el servicio militar en Comodoro Rivadavia, en el Regimiento de Infantería 8 "General O'Higgins". Franco, en el mismo lugar, en el Comando de la IX Brigada de Infantería. Con historias distintas, cada uno contó a El Periódico su experiencia de vida, marcada por la guerra.
“Fui a Malvinas el 6 de abril. Nos dijeron que iba a ser una custodia temporal. Éramos muy jóvenes y para muchos iba a ser la experiencia de viajar a un lugar no conocido. No pensábamos en la guerra. A medida que iban a pasando los días fuimos cayendo. En ese momento sentíamos orgullo de estar allá”, cuenta Bassano.
Por su parte, Franco asegura que fue voluntariamente: “Yo quería ir a conocer, no sabía lo que era una guerra. Allá fui chofer del general Menéndez, que era el comandante en Jefe de las tropas en las Islas Malvinas. Pasé casi toda la guerra en la Casa de Gobierno, yo la viví distinto, no como ellos que la vivieron en un pozo de zorro”.
Rendición
Franco recuerda que el día más doloroso fue el 14 de junio. “Ya estábamos rodeados por tierra, aire y mar. Una bomba que cayó al lado de la casa hizo que Menéndez llamara al jefe de las tropas inglesas y le dijera que se rendía. Se fue en helicóptero. Al poco tiempo vinieron los comandos ingleses”.
Y sigue: “Agarro mi camioneta, traslado a tres heridos al hospital y ese fue el peor momento porque veo que en un camión llegaban soldados heridos pidiéndome auxilio. Y yo no los podía ayudar. Cada vez que llega el 2 de abril recuerdo esas voces, las tengo grabadas en la mente”.
Reencuentro
Franco recuerda a la gente, que durante el regreso los felicitaba desde la calle. “Eso fue lo más lindo que pudimos rescatar”.
“Y después el reencuentro con la familia- rememora, emocionado. Fui en avión a Buenos Aires, en tren hasta Córdoba y me tuve que pagar el pasaje en colectivo a San Francisco. Llegué a las 3 de la mañana. Mis padres no sabían si yo estaba vivo o muerto. Ellos vivían en Quebracho Herrado. Mi hermana me buscó y me llevó. Nos lloramos todo. Gracias a Dios había vuelto vivo”, relata.
Reconocimiento
Si bien ambos afirman una falta de compromiso por parte de los gobiernos en la atención psicológica para con los veteranos, aseguran que el reconocimiento de la gente común es interesante.
“La gente nos reconoce, en el desfile del 25 de mayo nos aplauden de principio a fin. Hay escuelas que nos llaman, hacen misas para nosotros, la gente nos responde”, explica Bassano.
Franco revela que la situación hoy es distinta. “Apenas volví fui muy marginado. Salí a pedir trabajo y no conseguía porque era ‘el loquito de la guerra’. El Ejército se olvidó de nosotros. Si hubiéramos ganado la guerra nos hubieran puesto en una cuna de oro”.
Y coincide con su compañero en que el afecto de la gente es llamativo: “Queremos que nunca se olvide, pero más que por nosotros, por aquellos chicos que quedaron allá”.
“Estoy orgulloso”
Por último, Bassano asegura que a pesar de todo está orgulloso de haber combatido como soldado. “Lástima que no fue con el resultado que hubiéramos querido. Siempre trato de recordar los momentos más lindos, los momentos feos trato de olvidarlos, aunque no puedo. Todos los días en algún momento tenés un recuerdo de Malvinas. Lo bueno de todo es poder contarlo”.
Franco agrega que volvería a ir si fuera necesario. “Es algo que llevo adentro. No tengo miedo. Desgraciadamente ellos subieron su bandera, pero esa tierra es nuestra y siempre va a serlo”.
Acto
Este sábado, desde las 22, se realizará la tradicional vigilia en la Plazoleta Héroes de Malvinas, ubicada en Perú 1350. En tanto el domingo a las 10:30 tendrá lugar el acto protocolar.