En esta época previa al Mundial de Fútbol, las cadenas de electrodomésticos de la ciudad empapelaron las vidrieras de sus locales en la ciudad con distintas promociones, sobre todo de televisores. Hay muchas opciones para los que tienen tarjeta de crédito, pero la situación se vuelve abusiva para aquellos que no tienen el plástico o no tienen margen para comprar, que deben enfrentarse a tasas de interés muy elevadas y terminan pagando los productos casi el doble que de contado, en algunos casos.

Para los sectores populares, acceder a cualquier electrodoméstico sin tener el dinero para abonarlo de contado o sin tarjeta de crédito que pueda amortizar en cuotas sin interés el gasto, significa someterse a los desmesurados planes de pago de estas firmas comerciales, que ofrecen 12, 18 y hasta 24 cuotas, pero que elevan los precios a las nubes.

Televisores de moda

A un mes y unos días de la Copa del Mundo de Brasil, los televisores LED empiezan a ser una tentación para los que quieren ver el mundial en una pantalla grande y con buena definición en la imagen.

En la vidriera de un local céntrico aparece la oferta de un televisor LED digital 32” marca Ken Brown, cuyo precio de contado es de 3.500 pesos. En el cartel aparece la posibilidad de pagarlo en 12 cuotas de 469 pesos, lo que elevaría su precio a 5.628 pesos.

Bien pegadito, en otro local se destacan a la venta dos modelos de televisores: un JVC de 32” (LED HD) a 3.799 pesos de contado, y un Sony 40” (LED Full HD) a 5.999 pesos de contado. Ambos se pueden abonar en 18 cuotas, el primero de 390 pesos, lo que asciende el monto a 7.000 pesos; y el segundo cuotas de 590 pesos, lo que lleva el precio del TV a 10.600 pesos. En los dos casos el precio final es casi el doble que el costo de contado.

En otra importante firma, por ejemplo, un LED marca BGH de 32” cuesta de contado 3.899 pesos. En 12 cuotas, que serían de 412 pesos, ascendería el precio a casi 5.000 pesos. 

Finalmente, otra firma hace hincapié en el Mundial y promociona una variada gama de televisores. En la marca Philips, por ejemplo, un LED 32” sale de contado con la promo 4.799 pesos. En 15 cuotas, aumenta a 6.885 pesos. Un Samsung también de 32” con la promo mundial cuesta 6.094 pesos, pero financiado en 20 cuotas se va a nada menos que 9.580.

En otra de estas tiendas, más nueva, un LG Full HD de 47” cuesta de contado 12.999 pesos. Sin embargo, en 24 cuotas, tal como se ofrece en la revista que publica sus ofertas, asciende a 19.197 pesos, o sea, se termina pagando 6.198 pesos más. Esta firma también ofrece pagar hasta en 30 cuotas.

Como se observa, las cadenas de electrodomésticos locales ofrecen productos de variadas marcas, precios y financiaciones. En todos los casos, comprar en cuotas le significa al consumidor pagar entre un 30 y un 50 por ciento más promedio, aunque en algunos casos cuesta casi el doble.

Alternativa

Las cuotas son una alternativa para aquellos que no pueden pagar de contado o para quienes no pueden acceder a una tarjeta de crédito. Por lo general, se trata de los sectores populares, quienes adquieren productos relativamente caros y pagan por mes montos accesibles. Aunque a la larga terminan pagando no solo el electrodoméstico que compraron sino además la mitad de otro de similares características.

Por otra parte, algunos con el tiempo se ven imposibilitados de cumplir con este pago que puede llegar a durar hasta 24 meses y terminan envueltos en procesos judiciales que casi siempre les son desfavorables. 

LAS TASAS DE INTERÉS MÁS ALTAS

La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) alertó en un reciente informe sobre el impacto en los sectores populares del auge de los préstamos en efectivo o la emisión de tarjetas de crédito por parte de las grandes cadenas comerciales, y cómo un grupo de financieras actúan como banca de hecho por fuera de todo marco de supervisión estatal.

De acuerdo con las conclusiones del informe, “la bancarización de los sectores populares tiene como contrapartida comisiones, seguros y las tasas de interés más altas del mercado reproduciendo así las diferencias sociales existentes en la sociedad”.

SIN ANESTESIA

En algunas cadenas ubicadas en la ciudad el interés en las cuotas a quienes no tienen tarjetas de crédito es realmente usurario, llegando a pagar casi el doble que el precio de contado.