“Todos los días le pregunto a Dios por qué le tocó a ella, porqué con sólo 12 años tiene que sufrir todo esto y no lo entiendo”, se angustia Silvia Luna, mamá de Camila Ferreyra, la niña que en enero de este año le detectaron un tumor cerebral, llamado ependinoma celular (grado II).

Camila fue intervenida ese mismo mes, pero al ser una cirugía de alto riesgo para su vida los médicos no pudieron extraer todo el tumor y ahora depende del tratamiento para combatir su dolencia.

“Desde entonces es todo una lucha, no paramos –sostiene apesadumbrada Silvia-. Nosotros estamos en Córdoba prácticamente internados, pero esta semana santa los médicos la dejaron venir unos días a la ciudad para que visite a sus hermanitos, porque los extraña. Ella está muy decaída anímica y físicamente y no puedo hacer nada”.

Necesidades

Ante la enfermedad de Camila todo se hace cuesta arriba para la familia en materia económica. Su padre tiene trabajos temporales y la mamá tiene que estar constantemente junto a la niña. Por esto surge el llamado a la solidaridad de la ciudad para brindar una mano a “Cami”.

 La niña tiene sus defensas bajas debido al crudo tratamiento y para evitar complicaciones necesita diversos elementos para calefaccionar su humilde vivienda.

“Lamentablemente mi casa no está bien terminada, es humilde y ella tiene que estar  aislada en una habitación sola y acá tiene que compartir la habitación con sus dos hermanitos, necesita mucho abrigo y frazadas”, explica Silvia. Gracias a la buena predisposición de algunos vecinos Camila ya cuenta con tres estufas para ambientar su pieza. El problema es que en la vivienda no hay gas, y sólo puede utilizar una eléctrica que consiguieron.

Sin embargo, esto conlleva también un importante gasto en electricidad. Silvia aclara que la estufa la trata de usar lo menos posible por el gasto, que la apaga para no abultar una factura que, incomprensiblemente, supera los 400 pesos con apenas tres electrodomésticos. 

Pero además la niña sólo puede beber agua mineral y mantener una dieta muy estricta. “Son muchos gastos y nos desborda”, se lamenta la mamá. “Estamos pidiendo porque realmente lo necesitamos, sino no lo haríamos”, explica.

430 PESOS

Es la cifra que tiene que pagar esta humilde familia en la última factura de Epec. No se explican cómo, ya que apenas tienen un calefón, heladera, un televisor y una computadora que casi no usan. Y cuentan que han tenido facturas de hasta 600 pesos.

PARA AYUDAR

Para colaborar con Camila los vecinos se pueden acercar a calle Rioja 142 en barrio La Milka o llamar al teléfono (03564) 15 33 02 13, o a la Redacción de El Periódico  al 428191.