El último viernes se aprobó con fuerza de ordenanza el nuevo reglamento y estructura para la Banda Sinfónica Municipal, que regirá la organización y su funcionamiento, y que, a partir de esto, sus músicos serán reconocidos como tales.

La decisión que fue acompañada por todos los bloques en el Concejo Deliberante, viene a suplir una deuda histórica de la ciudad con este cuerpo artístico estable del municipio.

El director de Cultura, Gabriel Quaranta, indicó: “Esto que está ocurriendo con el reglamento de la Banda Sinfónica Municipal es algo histórico no solo para la ciudad de San Francisco, ya que no ocurre en muchas ciudades de Argentina, debemos ser una de las pocas de nuestro país que lo hace. Y es gracias a las políticas culturales que lleva adelante el intendente Damián Bernarte, que en todo momento intenta que crezca artísticamente la ciudad”, valoró.

Andrés Acosta, director de la banda.
Andrés Acosta, director de la banda.

“La banda es un bien patrimonial de todos los sanfrancisqueños. Para el trabajo que llevamos adelante desde la Dirección de Cultura, era fundamental que salga este reglamento que reconoce la trayectoria como músicos a estos 31 integrantes, que reconoce su trabajo como realmente lo merecen, pero sobre todo sienta las bases para el futuro, para que sepan las futuras generaciones que pueden vivir del arte. Esto le da prestigio no solo a la banda, sino también a la ciudad”, finalizó el funcionario.

Opiniones desde la banda

Por su parte, el director de la Banda Sinfónica Municipal, Andrés Acosta, señaló: “Primero creo que es importante resaltar que es un hecho histórico para la ciudad. Pienso que esto no es algo que se de tan a menudo y tiene muchísimo valor, que se vea a la Banda Sinfónica como un foco de interacción para desarrollar diferentes actividades musicales y artísticas”.

La banda obtuvo un gran reconocimiento.
La banda obtuvo un gran reconocimiento.

Acosta destacó que es sumamente importante el reconocimiento, además, porque se trata de una inversión para desarrollar nuevos espacios artísticos a partir de la banda.

“Hemos revisado al detalle para que el reglamento considere cada una de las diferencias que hay dentro del quehacer musical, y creo que hemos llegado a acuerdos muy interesantes que hacen que se tome la profesión del músico de una forma real, que se identifique a los músicos como parte fundamental del desarrollo artístico y cultural de la ciudad y que a partir de eso tengan las remuneraciones correspondientes”, siguió Acosta.

“No es tan común -siguió- que en ciudades como San Francisco se realicen este tipo de reglamentaciones y decisiones que van a generar un cambio fundamental. San Francisco es un centro cultural de la región, no solamente con la banda, sino también con todo lo que se genera artísticamente. Detrás de cada presentación hay preparación, desgaste, todo para que el público disfrute. No solo la música ocurre en los ensayos, sino que también se debe estudiar muchas más horas en casa”, concluyó el músico.

Germán Valsagna, asistente de dirección de la banda, dijo: “Nosotros lo estamos viviendo con mucho entusiasmo y esperanza. Vamos a iniciar este 2024, que va a coincidir con los 120 años del nacimiento de la banda, con esta nueva modalidad de trabajo y de llevar adelante la actividad musical dentro del municipio y específicamente en la banda. Recuerdo que estas primeras reuniones iniciaron en charlas pensando esto hace más de diez años, por eso estamos muy agradecidos también con todo el apoyo que estamos teniendo, hay una gestión y una decisión que termina de concretarse en el mediano y largo plazo. Esto es para lo inmediato, pero sobre todo para la gente que vendrá y para convertir a San Francisco en una de las pocas ciudades del interior del país que tienen este tipo de reglamentación y forma de trabajo”.

Sobre como se ve a los ojos de la sociedad esta actividad, Valsagna expresó: “La música es una actividad que para mucha gente es un hobby, y con la particularidad de que la música les gusta a todos, sea cual sea el género, y esto no ocurre con la mayoría de las cosas. Entonces a veces cuesta dimensionar el reconocimiento de la actividad, sobre todo porque mucha gente la vive de una manera totalmente hobbysta, no es consciente y desconoce el trabajo y la especificidad de un músico de un organismo sinfónico, que es muy distinto a otros músicos. La actividad instrumental conlleva muchos años de estar sentados estudiando, en un proceso donde no hay atajos y es proporcional al tiempo de estudio”.

“Al aumentar la cantidad de ensayos semanales, podremos resolver en un plazo más corto un repertorio que antes nos llevaba más tiempo. Esto no solo por la mayor cantidad de días de trabajo, sino también por la regularidad del mismo. Va a ser importante no solo en lo artístico, también va a ser importante en lo social, participando en diferentes lugares y no solamente en conciertos. Y otro de los aspectos más importantes tiene que ver con el ingreso por concurso a la banda, donde se mide la idoneidad del músico que ingresa ya formado a la misma. Esto va a permitir elevar mucho la vara, lo que se traduce en una mejora en el cuerpo artístico. Todo esto genera un estímulo continuo”, mencionó Germán.