Hombres y mujeres juegan a la par en una iniciativa de fútbol mixto
Hace dos meses que chicos y chicas se reúnen todas los miércoles para encontrar en el deporte otro espacio de integración. La experiencia lo comenzó un grupo de amigos al que se le fueron sumando varios desconocidos.
Los miércoles por la noche en una de las canchitas de Tercer Tiempo-Gutiérrez 1650- se juega un partido especial, un grupo de chicos y chicas se dividen al azar para armar un fútbol mixto desafiando la potestad masculina que predomina el deporte. Proponen un momento de juego y diversión grupal que lentamente fue ganando adeptos.
Todo comenzó con un grupito de ocho personas hace más de dos meses. Hoy cada miércoles llegan a ser más de 20 jugadores entre hombres y mujeres que se van animando a esta modalidad que ya es tendencia en las grandes ciudades.
Matías Quiroga, es un fanático del fútbol, es profesor de educación física y de teatro, y fue el impulso de unir a distintos grupos de los que participa para organizar el fútbol de los miércoles.
“Surgió porque terminé el año pasado el profesorado de Educación física y no nos vimos más con mis compañeros y se me ocurrió la idea para volver a reunirnos de hacer un día de fútbol. El tema fue que los que nos seguíamos viendo no éramos muchos y como tengo diferentes grupos, de teatro, de conservatorio, quiso unirlos a todos en un fútbol mixto, así podían participar hombres y mujeres. Y así nació”, cuenta Matías.
Siempre gente nueva
Todos los miércoles a las 22 hay sorpresas en cuanto a la gente que se va sumando sostiene el organizador. “Empezamos una minoría de conocidos y ahora va el que lo invita, se armó una red en que hay todo el tiempo gente nueva. Esta bueno por la integración de hombres y mujeres, y se juega libremente, se divide al azar y a patear”, asegura.
“Yo hago la invitación por mis estados de WhatsApp, Facebook o Instagam, se anuncia: ‘Es miércoles de mixto, quién se prende’. Me van contestando por privado entonces nadie sabe con quién se va a encontrar ese día”, dice Matías.
Después de la hora de juego todo se presta para el tercer tiempo donde hombres y mujeres comparten unas hamburguesas en un carrito de la ciudad.