La sentencia ordenaría la reincorporación de uno o varios trabajadores municipales a la planta permanente del municipio. También establecería algún tipo de indemnización económica para ellos.

Historia

Haciendo memoria, Madonna (cuando era intendente) envió un decreto al Concejo Deliberante donde solicitó el pase de alrededor 170 trabajadores contratados a planta permanente. La oposición (la que hoy es gobierno) no vio con buenos ojos dicha actitud y manifestaron, por ese entonces, que esa decisión debía haberse tomado seis meses antes (a partir de mayo) para que tenga validez. Insinuaron que la conducta del intendente saliente formó parte de una manipulación aprovechando la cercanía de las elecciones municipales aunque viendo los resultados no le salió bien. Su cuerpo legislativo (el de Madonna) defendía la decisión apoyado en que el pase de estos empleados no condicionaba al próximo gobierno. Hasta indicaron que si a la nueva administración no le convencía el decreto tendrían la facultad de revisarlo y actuar sobre él con la contingencia de que la gente le pase factura.

Ya gobierno, Llaryora decidió derogar el decreto y se lo consideró “nulo de nulidad absoluta”. Por su parte, los trabajadores cesanteados opinaban que eran víctimas de una discriminación, que estaban legalmente incluidos en el decreto y que merecían el pase a planta permanente.